Comprendo lo que os ocurre porque a mí me pasó. Estuve mucho tiempo sin bajar a la piscina de mi urbanización, incluso cuando no había nadie, porque me entraba ansiedad. Luego pasé un período en el que decidí ir, pero antes bebía alcohol para desinhibirme, y ni aún así se me quitaba la ansiedad. Me mostraba irritable y antipático si me encontraba con alguien, porque me molestaba que hubiera más personas. Había veces que estaba hasta agresivo, especialmente si se trataba de chicos jóvenes de 20-25 años. Tanta tensión me provocaba que estuviera acelerado, nadando y buceando sin parar, sin mirar a nadie ni conversar. Así que, a pesar de que siempre me ha encantado nadar, me buscaba cualquier excusa para no ir: hace demasiado calor, hay demasiada gente, estoy cansado, hay muchos días,...
A día de hoy, bajo casi todos los días a la piscina, cuando no voy a la playa. La ansiedad y la tensión han desaparecido. Voy tranquilo, pausado, relajado. Miro a la gente con simpatía y charlo si me dan conversación o me meto yo en alguna.
Todas las personas con las que me encuentro en la piscina tienen sus "defectos". Hay de todo, pero la inmensa mayoría no son chicos Adonis precisamente. Entre las chicas la cosa mejora algo (se nota que se cuidan más), pero también se puede ver de todo si te fijas. Muy poquita gente hay de la que pueda decir que son "perfectos" en su aspecto físico, y algunos de esos luego flaquean en otros aspectos como la conversación, la cultura, etc. Seguro que habrá alguien de diez en todo, pero es un porcentaje muy pequeño. Antes, sin embargo, pensaba que la mayoría eran guapos y guapas, casi perfectos, y es que ni les miraba.
Ahora también detecto rápidamente a la gente que es más tímida o retraída, como yo lo era antes, y comprendo la extrañeza que causa ver a una chica sola, seria y acogotada en un ladito de la piscina como si temiera molestar, o a un hombre que se baña y se seca muy rápido siempre de espaldas, allá en una esquina del césped. Ni la chica super-tímida ni el hombre adusto tienen nada por lo que acomplejarse físicamente. Pero su cabeza les dirá que sí, y es probable que se sientan observados.
En cuanto a la manía del bronceado, yo siempre recomiendo usar crema solar factor 30 como mínimo, en cantidad sustancial, y dejarla actuar media hora al menos. Con eso es suficiente para tener color poco a poco y protegerse la piel del envejecimiento solar y el cáncer. Para quien quiera ir bien protegido también hay crema factor 50, y el lógico sentido común de no permanecer horas al sol.
No hay excusa para no ir a la playa o a la piscina, salvo que realmente no te guste el sol ni el agua. En ese caso, la montaña, la nieve,... son otras opciones. Haced el esfuerzo. A mí, antes del tratamiento, me costaba mucho, pero luego me alegraba.
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