Desde hace un tiempo que soy incapaz de terminar de un video pornográfico. A los pocos segundos me invade una sensación intensa de angustia producto del dolor producido por la frustración de estar viviendo una vida "no vivida" y tengo que dejar de verlo.
A veces el sentimiento hacia el materia visionado es de mera repulsión y asco, quizás como mecanismo de defensa lo repudio y lo veo banal y vacío. En otras es pura frustración, tristeza y profunda amargura. Se me vienen ideas del tipo "todo esto me estoy perdiendo" "todo esto te está vetado".
Con 30 años, virgen, y sólo conociendo el sexo a través del cine y los contenido audiovisuales. :/
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