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Antiguo 18-jun-2005  

Cita:
Iniciado por myBastion
¡¡¡VIVA LA MARIHUANA!!! (al menos para mí)
Nunca he tenido más ansiedad que cuando dejé la marihuana durante un año. Tuve que volver a fumar.
Has definido perfectamente la adicción.
 
Antiguo 19-jun-2005  

Cita:
Iniciado por Prisionero
Cita:
Iniciado por myBastion
"Los efectos a corto plazo del uso de la marihuana incluyen problemas con la memoria y el aprendizaje, distorsión de la percepción, dificultad para pensar y solucionar problemas, pérdida de coordinación y aumento en la frecuencia cardíaca, ansiedad y ataques de pánico. "

Para nada. Nunca me ha pasado nada de eso al fumar.
O que no te acuerdas (problemas con la memoria). Bueno, en serio, no son efectos que se produzcan tras fumar sino a lo largo del tiempo, y no se dan en todas las personas.
No tengo problemas con la memoria. Tú fumas? Yo he fumado durante unos 15 años. El problema que veo yo es que sí crea adicción.
 
Antiguo 19-jun-2005  

Buscando por internet ayuda para dejar de fumar encontré esto:

Es una guía para dejar la marihuana:

http://www.droginfo.com/pages/haschg...tt%20sluta.htm
http://www.unidad.cl/publi/guiainfo.html

Después de meses y meses sin fumar debería haberme acostumbrado. Pero no puedo con esta ansiedad.
 
Antiguo 19-jun-2005  

oops, me leeré esto antes de decidir si quiero fumarme unos porros ...

gracias.


 
Antiguo 20-jun-2005  

http://www.solocannabis.com/modules....ticle&sid=2265

El Gobierno Vasco fomentará la abstinencia del cannabis «por principio de precaución»
«Muchos de los riesgos no han podido ser demostrados, pero tampoco descartados», sostiene la Dirección de Drogodependencias. Para los fumadores propone «patrones más seguros de consumo»


Fumar cannabis o marihuana no es una actividad inocua, pero tampoco están demostrados los efectos que suelen esgrimir los incondicionales del prohibicionismo. La Dirección de Drogodependencias del Gobierno Vasco ha hecho público un dossier que revisa la literatura científica sobre el asunto. Primera conclusión: «Muchos de los riesgos no han podido ser demostrados con rotundidad, pero tampoco descartados». Segunda conclusión: no está justificada la percepción benévola que, sobre todo, los jóvenes tienen de esta droga, de modo que «por principio de precaución deberían adoptarse medidas para fomentar la abstinencia, retrasar la edad de inicio» o promover, si ya se es fumador, «patrones más seguros de consumo».

El cómputo de riesgos inherentes al consumo de canutos, comparado con el de otras drogas, «no parece justificar su actual estatus legal», y el informe concluye que «uno de los riesgos más graves y evidentes que genera esta sustancia se deriva del riesgo de ser detenido, denunciado o sancionado por su consumo o tenencia». En España se estima que hay 400.000 consumidores diarios. Uno de cada cinco adultos y uno de cada tres jóvenes han fumado un peta en algún momento de sus vidas. El dossier de Drogodependencias examina sus posibles afecciones físicas y psicológicas.

Aparato respiratorio. Es uno de los principales riesgos para el fumeta y se agrava si la aspiración de la calada es intensa. Los estudios científicos que comparan a fumadores habituales de cannabis y a no fumadores revelan que los primeros tienen «bastantes más posibilidades» de padecer problemas respiratorios crónicos y agudos, como tos crónica, producción de esputos, falta de resuello o episodios de bronquitis aguda. La British Lung Foundation afirma que fumar tres o cuatro porros diarios es tan perjudicial como un paquete de cigarrillos.

Sistema cardiovascular. El consumo moderado «aunque sea continuo» no produce alteraciones. En dosis elevadas, un colocón puede originar una hipotensión leve. Quienes tienen un historial de hipertensión o arteriosclerosis coronaria deberían saber que fumar costo es «arriesgado».

Actividad motora. Una fumada excesiva disminuye los reflejos y dificulta la coordinación de movimientos. Estas limitaciones desaparecen al cabo de cuatro-seis horas. Los efectos son muy peligrosos si se está conduciendo.

Cáncer. En zonas de América o del Norte de África donde existe una tradición antigua de consumo, la prevalencia de cáncer de pulmón no es mayor que en el resto del mundo. Los expertos coinciden en que «la supuesta carcinogeneidad del cannabis tendría un periodo de latencia largo y sería difícil de separar de aquélla debida al tabaco». La capacidad carcinógena se asocia «más que a la sustancia en sí, a la vía de administración y a la mezcla con tabaco». También hay cierta unanimidad en que el humo de la marihuana contiene «muchos de los carcinógenos y mutágenos del tabaco y además en mayor cantidad (un 50% más)».

Alimentación. Los expertos cuestionan que el cannabis pueda causar por vía oral intoxicaciones graves, para lo cual sería necesario la ingesta de grandes cantidades. Los porros despiertan el apetito, por lo que el cannabis es «susceptible» de ser usado con fines terapéuticos. La ingesta oral -tartas, pasteles, chocolate al cuadrado- ha dado lugar a ingresos hospitalarios, lo que se explica por la dificultad para dosificar y por las adulteraciones de las sustancia, que pueden ser inocuas por vía respiratoria pero peligrosas cuando se ingieren.

Embarazo. No está demostrado que el cannabis afecte a la salud de los hijos de madres consumidoras durante el embarazo o la lactancia, «al margen de las consecuencias que el consumo de tabaco asociado al cannabis pueda ocasionar». La reducción de peso en el nacimiento debida al cannabis se estima en 80-150 gramos, muy inferior a la producida por el tabaco. Hay científicos que sostienen que daña el crecimiento del feto y puede provocar trastornos leves durante la infancia.

Salud ocular. El enrojecimiento ocular es una señal de que una persona acaba de fumar un porro. Suele producirse una disminución del campo visual que puede durar más de cinco horas.

Mortalidad. Nadie ha muerto por fumar porros. Existe una mortalidad indirecta, producida por accidentes de tráfico y consumo combinado con otras drogas.

Psicosis. La Asociación Psiquiátrica Americana incluyó en 1994 en el DSM IV el trastorno psicótico inducido por cannabis, y la Organización Mundial de la Salud también incluye su descripción, pero no existe acuerdo en la comunidad científica. Para muchos expertos, la psicosis cannábica tiende a confundirse con un principio de esquizofrenia, «cuando en realidad se trata de una intoxicación que afecta al sistema neurocerebral como resultado de una exposición prolongada y que desaparece al cesar su consumo». Sí parece aceptado que el cannabis podría precipitar o agravar las psicosis, pero «difícilmente podría provocarla en sujetos sin predisposición».

Memoria y cognición. Cuando se fuma un canuto disminuye la memoria a corto plazo, que atañe a la parte del cerebro que procesa «la información necesaria para realizar tareas complejas que demandan planificación, comprensión y razonamiento».

Síndrome amotivacional. Se caracteriza por un conjunto de síntomas como apatía, reducción de la capacidad para llevar a cabo planes complejos o a largo plazo, baja tolerancia a la frustración y problemas de concentración. La literatura científica no es concluyente sobre si la droga produce ese síndrome o si, por el contrario, el consumo «está dirigido a aliviar una situación de desgana previa o provocada por otras condiciones médicas o psíquicas coexistentes o anteriores».

Escuela. La mayor parte de los consumidores tienen capacidad para regular sus consumos e interrumpirlos cuando obstaculizan el desempleo de sus obligaciones sociales, laborales o familiares. ¿Fracaso escolar por el cannabis? «Ambos fenómenos van de la mano, pero no se ha podido demostrar que el consumo de cannabis sea la causa de esos fracasos y no, como parece más probable, la manifestación de problemas, situaciones o rasgos individuales previos». Un estudio con universitarios estadounidenses y británicos concluyó que no hay diferencias entre consumidores o no consumidores ni en los resultados académicos, ni en su nivel de participación social.

Trabajo. Cuando se ha estudiado la relación entre el consumo de cannabis en jóvenes, sus resultados escolares y su nivel ocupacional, se ha observado que su escolarización se resiente de un absentismo o falta de interés que hará que muchos no obtengan la titulación mínima. Drogodependencias reitera que «la dificultad de establecer una relación causal directa impide asegurar que el uso de cannabis está en el origen del fracaso laboral».

Sexualidad. Hay una relación «significativa» entre el consumo de cannabis y las relaciones sexuales de riesgo. La primera muestra de usuarios experimentados en España estaba compuesta por 204 personas de 16 a 50 años, pertenecientes a estratos sociales diversos: un 18% señaló que había realizado prácticas sexuales de riesgo bajo la influencia del cannabis.

Agresividad. Los porretas tienden a no involucrarse en actos de violencia física o agresión, pues uno de los efectos que buscan al fumar es precisamente el de estar tranquilos y relajados.
 
Antiguo 20-jun-2005  

Programa de ayer a la noche (en ingles) por si a alguien le interesa.

Cannabis: what teenagers need to know

http://news.bbc.co.uk/1/hi/programmes/p ... 082196.stm

(research, background y testimony links)
 
Respuesta


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