Eso es lo que pasa con los símbolos mediáticos que nunca son verdaderos, en este caso más que el coraje de unos padres frente a la adversidad, desde lejos porque yo no la he seguido la historia, llama la atención la fotogenia de sus protagonistas y lo familiar de las circunstancias: Familia feliz y de buena posición que pierde un hijo en un país del que entre los ingleses y por asimilación los americanos no tienen más información que el ser un destino turístico cerca de África.
La similitud con un telefilm, americano de sobremesa era tanta, que por lo visto ha estado por estrenarse una película con un argumento tan parecido, que el propio Ben Affelck ha decidido con buen criterio suspenderla hasta ver como termina la verdadera.
La enorme campaña publicitaria desplegada con asesores de imágenes incluidos. No sé si ha beneficiado la búsqueda de la niña o no, pero desde luego ha sido posible de propagar en parte, por un subconsciente colectivo tan habituado a esta historia.
Pienso que una niña que estuviera en el Algarve con sus padres trabajando de temporeros, no habría despertado tanto interes ni pasión mediática.
Ni hubiera dado lugar a fotos de los padres con el papa (al que más de un monaguillo emérito, piensa que se habla de religión cuando se alude a él) ni debates en el parlamento europeo.