Nunca me han gustado los cementerios.
Siempre tuve un sueño en el que me tele-trasportaba de la casa al cementerio, sin quererlo; Era arrastrado y sacado de la casa.
Uf. Yo jamás estuve en uno, pero siempre quise hacerlo. No sé por qué aún no lo hago.
Cada tanto paso por el cementerio de Chacarita y nunca termino de decidirme. El año pasado quise visitar el cementerio judío en La Tablada, pero terminé desistiendo de mis ganas.