Estuve por primera vez a los 13 años. Una inmersión ligüística a lo bestia. Como era un fóbico social que para huir de mi fóbia social tratando, como todos de superarla, me lanzaba (dando imagen de comunicativo)aprendí mucho inglés pues nunca pude hablar mi lengua con nadie. Pero la experiencia fué bastante traumática.
Resulta que este verano decidí ir una semana con mi mujer y mis hijos a Londres ( siempre me ha inquietado mucho más viajar con la familia que solo). La difrencia es tan grande que casi no me conozco.
La ansiedad se reducía a la propia de un viaje de estas características. Hablo con las personas sin sentirme amenazado, ni temiendo que me malinterpreten, si se diera el caso, cosa que debido a fobia me parecía siempre inminente, pues lo aclaro y ya está y aún en el caso de que la paranoia sea de otra persona, pues me pongo en su lugar intentando desvanecerla y si no lo conasigo, pues...es su problema. No el mío que practicamente a desaparecido.
Aún habiendo vuelto en numerosas ocasiones y situaciones, todo había cambiado tanto como yo mismo. 0 situaciones amenazantes, 0 ansiadades exageradas, 0 aislamiento mucho disfrute, una ciudad agradable y educada como tantas, con gente encantadora y no tanto, de todo hay. Un disfrute de viaje, el más tranquilo y apacible que haya hecho nunca.
Me ha recordado la frase de Oscar Wilde: Perdona, no te había conocido...¡he cambiado tanto!
Chic@s ánimo y mis mejores deseos para tod@s l@s fóbicos: NO hay nada fácil pero todo gran viaje, requiere un primer paso. Y os aseguro que la fóbia social, se cura y que las personas podemos cambiar Y MUCHO. por dentro y por fuera. Este portal (es decir vosotr@s)me hace mucho bien. Aunque ahora escribo menos