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Iniciado por Bewater
Hola 
Hoy me subí a un autobús (como todos los días de mi vida) y en el asiento paralelo al mío estaba un señor de unos 40+ años con canas y tal. Bueno pues estoy sentada a mi bola mirando por la ventana y noto que el hombre no para de mirarme, incluso en un momento me giro y le pillo mirando. Al rato, me pregunta la hora y se la digo. Me dice gracias y que qué ojos más bonitos tengo. Yo digo gracias educadamente y miro hacia otro lado. El hombre sigue mirándome. Yo ya estaba incómoda. Miraba hacia el lado contrario y si me giraba para mirar hacia delante me buscaba para hablarme: que si qué calor hace, que si vaya con unos niños que han entrado... y yo no le dije nada porque no me apetecía hablar. Total, que me vuelvo a girar para mirar por la ventana. Y después al girarme para mirar hacia delante me pregunta mi nombre y yo cuando me pongo nerviosa pues no me sale mentir entonces le dije mi nombre verdadero y me dice que si soy de la provincia y también dije que sí (aunque estudio en otra, esto no lo dije obviamente). Me dice otras 2 veces que qué ojos más preciosos tengo. Y de repente me dice su nombre y me da la mano y se me acerca para darme dos besos. Me quedo flipada. A mi que normalmente no me gusta darlos va y me los da un desconocido en el bus. No supe como reaccionar y reaccioné supongo que de una manera educada y no me aparté ni le empujé ni nada. Ya flipando. Pues cuando el hombre se va a bajar (menos mal que lo hizo varios pueblos antes que yo) se me queda mirando y dice que a ver si nos volvemos a ver (como esperando a que le diese mi número o algo) y ME VUELVE A DAR DOS BESOS y se despide. Yo incómoda y flipando todavía más. ¿Habilidades sociales? Not found. ¿Qué hace una persona normal en una situación así? ¿Cómo rechazo a alguien educadamente? ¿Qué haríais en una situación así? Me siento un poco tonta por no saber qué hacer.
Bueno, quiero recalcar que yo tengo 21 años y encima aparento menos porque tengo una cara de bollito. Y un señor que me dobla en edad y más y que he conocido en un autobús quiere volver a verme. Es que no sé cómo debería sentirme. Yo lo que siento es miedo. De hecho, me he cambiado hasta el nombre de Facebook y todo en un ataque de impulsividad y paranoia. Ese hombre podría hacer un retrato de mi de todo lo que me ha mirado, así que... Además he tenido una experiencia cercana de un acosador que me afectó un poco a mi también (aunque principalmente a una amiga mía).
Se lo he comentado a mi madre y me dijo que debería haberme apartado o decirle que mantenga las distancias. Pero no sé, en ese momento no sabes qué hacer.
Lo peor es que me pasó algo parecido con un señor de unos 60 o 70 años en un supermercado. Estaba en la sección de libros y se puso a hablarme y preguntarme cosas. Hasta me pidió ser su novia porque "soy muy guapa" (que no lo soy y pensaba que el hecho de no serlo me ahorraría estas cosas... pero no). Estaba mal de la cabeza.
Todas estas cosas hacen que evite a las personas. Siempre que me subo a un autobús rezo para que no se ponga alguien a mi lado. Pff. A partir de ahora voy a llevar cascos puestos SIEMPRE. De verdad que no sé qué hacer en estas situaciones.
En mi próxima visita a la psicóloga se lo voy a comentar.
¿Qué haríais vosotros? |
No tienes ningún problema a este respecto, pues tampoco podías hacer mucho más. Ciertamente hiciste lo que tenias que hacer: fuiste educada. Entiendo que te sientas impotente, pero debes aprender que no puedes esconderte en un caparazón y hacer que tu entorno desaparezca. Es decir, a veces el entorno exige una respuesta tuya y si quieres ser educada, como has sido, no te queda otra que no ignorar y no insultar, lo que significa que lo mejor es que aprendas a no sentirte atacada por los demás, entender que simplemente no queda otra. Si hubieses contestado mal estoy seguro de que te sentirías mal por ello, porque a pesar de las confianzas que se ha tomado el hombre, tampoco ha hecho ninguna barbaridad, no te hizo nada malo.
Respecto a la impotencia que sientes, sé que si realmente se hubiese pasado de la raya le habrías parado los pies. Tu conflicto interno está en que te sientes impotente porque no eres invulnerable a interacciones con otras personas, pero no debes sentirte ofendida por ello, pues el hombre ese tampoco hizo mucho. Es verdad que es un imbécil por mirarte descaradamente y no entender que pasas de él, pero en este caso poco podías hacer.
Distinto hubiera sido que te empezara a decir cosas cochinas, que te dijera de quedar, etc, pero a eso habrías contestado de otra forma (no me interesa, gracias), o que te hubiera intentado meter mano (le habrías empujado o algo), aunque esto último es casi surrealista
