Los blogs, muchas veces, en vez de ayudar al desahogante, le perjudican más.
El objeto de escribir nuestras penas en un blog, es que
lo lean otros. Ese ego de querer ser leídos neutraliza el proceso curativo. Uno no se desahoga, pues quiere ver respuestas, apoyo de otras personas, no lo toma como algo personal, sino para complacer y obetener aprobacion de los lectores.