Es un fenomeno muy extraño que me empezó a pasar hace un mes. La cosa es que leer tiene un efecto profundísimo en mi estado anímico. No se bien como explicarlo...
Les daré un ejemplo práctico: "Sobre héroes y tumbas" de Ernesto Sábato, da igual si no conocen el libro. A lo que voy es que el protagonista sufre, sencillamente pasa por una situación que no le es agradable y sufre. Y mientras leo, sufro yo también. Y no es mera tristeza: transpiro, las manos me tiemblan, temblor que luego baja por los brazos y se apodera de todo mi cuerpo, como irradiado por el libro. Y eso es lo de menos, después de la lectura quedo bastante mal durante horas o días...
Y eso no es nada realmente. "Santuario" de William Faulkner es una novela negra, ¿que digo?, es directamente morbosa. Ambientada en los Estados Unidos de los años 30 (¿eran los 30?), durante la prohibición del alcohol, trata sobre una joven que es secuestrada, mantenida en cautiverio y violada. La palabra "calvario" se queda corta. Me hacía tan mal que después de un par de dias dejé de leerlo, sencillamente no podía continuar...
En fin, ¿a alguien más le pasa esto?. Yo creo que es una etapa, algún bajón hormonal, o algo así...
Aunque hay cierto encanto en lecturas tan intensas, como la mirada hipnotizante de una fiera te impide huir, aún sabiendo que te va a atacar...