En primer lugar, no he tenido la suerte de poder presenciar eso que tú comentas. Ojalá pudiera(mos) estar ahí pillando cacho con toda esa juventud afortunada, desenfrenada, enérgica y sana de la que hablas, pero la gran mayoría de los del foro no tenemos (ni hemos tenido, ni tendremos) la fortuna de poseer esas cualidades o codearnos en esos entornos.
En cualquier caso, y en referencia a lo que preguntas, yo también diría que hay dos tendencias distintas. La primera es que cada vez se difuminan más la feminidad y masculinidad clásicas: verbigracia, los hombres se cuidan como las mujeres y las mujeres se comportan como hombres. Al final todo acaba pareciéndose, y a la gente lo que le acaba poniendo es la estética (algo legítimo y del todo normal), por lo que, según ésta, el género puede llegar a ser algo irrelevante. Si te venden androgínia, al final ya no sabes ni qué te gusta, al igual que si te pasas la vida viendo porno, después eres incapaz de bastarte con personas normales.
Pero ey, darse ese morreito por hacerse el guay no significa ser bisexual, hija. Eso lo hace cualquiera si le conviene (y por eso lo hacen algunas chicas, porque les conviene).
Para explicar la segunda tendencia va muy bien el ejemplo que has puesto de esa chica de tu clase que se quiere liar con una chica. Con la precocidad, mercantilización, y especialización actual del sexo, tanto probar y tan temprano resulta en un aborrecimiento precoz que da pie a probar lo que sea. Ya sabes, solo hay una vida y una juventud, y hay que vivirla al 100%, sino se es un fracasado (eso sienten algunos).
Pero de todas formas, una chica que se hace la bisexual (lo sea o no) está simplemente dando a conocer su enorme poder: disfruta de un buen meneo cuando le apetece, y después de unas manos expertas cuando le da la santa gana. Ambas cosas pulcras y estetizadas: hombres perfumados y depilados, y chicas bonitas con juguetes preciosos. Tiene el poder de obtener todo el lujo, y da a conocer ese poder muy gratamente. Y es que hay algo que las delata: siempre que una chica habla de liarse con otra, habla de hacerlo "eso sí, con una chica guapa". Se gustan a ellas mismas, gustan de su poder; lo que les satisface es el poder de conseguirlo todo, obtienen la experiencia estética en su cama de la insaciabilidad.
A los hombres, en cambio, todo esto no nos hace falta porque somos muy fáciles de satisfacer
Es importante darse cuenta de que siempre que hablamos de sexo sin más (del bueno, no del del arrastre) estamos hablando de un acto narcisista: prácticamente no conoces a la otra persona, lo único que sabes es que te gusta A TI, por lo tanto, ves satisfechos tus deseos (e.g., es guapa, o lo que sea); los tuyos y ya está. A mayores las expectativas, mayores las necesidades. Y las expectativas que se nos venden hoy en día son máximas. Por lo tanto, todo este debate gira alrededor del
sexo sin más. La curiosidad sexual no es la condición sexual. A una chica curiosa le gusta la idea de refrotarse con otra, pero sólo se podrá enamorar de un hombre. De lo contrario sería simplemente bisexual, no bicuriosa, que es la tendencia de probarlo todo de la que tú hablas.
Pero al fin y al cabo, ¿alguien se imagina a gente no bienestante en esas movidas? Es el lujo por el lujo.