A mi no me gusta portar joyas, pues las encuentro incómodas. Sin embargo, verlas en una mujer me parece de lo más sexy, y entre más extrañas o poco convencionales, más sexy me parecen. Lo mismo me pasa con los tatuajes, pero bueno, quizás tengo alguna parafilia.
Tenerle grima a las joyas, no puede ser más extraño que incomodarse ante los negativos (no me refiero a las personas amargadas). Cuando veo imágenes con colores invertidos, me dan ganas de tallar mis manos contra una superficie rugosa o sobre una superficie caliente, aparte de producirme cierta ansiedad. Una vez en mi escuela todos se estaban tomando fotos en negativo y yo me sentía muy mareado. Esto me pasa desde muy niño y nunca he sabido por que motivo me ocurre eso. Tampoco me he enterado de gente que le pase lo mismo, ni siquiera se sí eso tiene nombre.