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Es muy interesante el artículo Ernesto, sobretodo que parte de lo que quiere transmitir el autor se resume en la pregunta que tu haces: ¿es la sociedad culpable?. Hay muchos aspectos con los que estoy de acuerdo en el artículo, pero también hubo algo que se iba reforzando a medida que leía: por muy pulido, inteligente y claro que aparece el autor, es evidente que es un victimizado y un resentido, alguien que le arroja a lo que le rodea (y parece que a todo porque se mete con los religiosos, los libros de autoayuda, los terapeutas, la publicidad, el sistema, vaya, como que demasiado ¿no?) la responsabilidad de su infelicidad y eso es muy discutible, independientemente de los efectos nocivos, que son muy reales, que producen la sociedad de consumo y de las exigencias inhumanas de la cultura del triunfo y la competencia descarnada. Porque mucho de sus argumentos me parecieron muy válidos, pero ya que el está claro con eso, que ahora cambie para que sea un generador de cambios positivos y no se quede solamente en la queja o en la denuncia.
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