Yo te vengo leyendo desde hace tiempo Aristarco y se que funcionas por ciclos, bueno como todos, y ahora te viene el de bajón. Me da la impresión de que no acabas de sentir lo que dices, lo lees, lo entiendes, pero se queda en la superficie, pasan los días, se te olvida lo que has leído y vuelves a sentir lo de siempre (esto si que es real).
Desde mi punto de vista y por lo que te he leído, estas comparando inconscientemente cualquier situación social actual (te aterra y te da pánico) con alguna experiencia que tienes grabada de tu infancia (“Siempre he tenido esa sensación, desde que nací”).
Cuando un niño siente un dolor muy intenso o menos intenso pero durante mucho tiempo utiliza los mecanismos de defensa psicológicos para no sentir.
http://es.wikipedia.org/wiki/Mecanismo_de_defensa
El problema es que no sólo deja de sentir ese dolor sino que desconecta sus sentimientos en mayor o menor grado.
"La experiencia nos enseña que, en la lucha contra las enfermedades psíquicas, únicamente disponemos, a la larga, de una sola arma: encontrar emocionalmente la verdad de la historia única y singular de nuestra infancia". Alice Miller.
Este dolor se queda grabado en la memoria emocional de forma indeleble.
“Cuanto más intensa es la activación de la amígdala, más profunda es la impronta y más
indeleble la huella que dejan en nosotros las experiencias que nos han asustado o nos han emocionado. Esto significa, en efecto, que el cerebro dispone de dos sistemas de registro, uno para los hechos ordinarios y otro para los recuerdos con una intensa carga emocional, algo que tiene un gran interés desde el punto de vista evolutivo porque garantiza que los animales tengan recuerdos particularmente vívidos de lo que les amenaza y de lo que les agrada.”
“Uno de los inconvenientes de este sistema de alarma neuronal es que, con más frecuencia de la deseable, el mensaje de urgencia mandado por la amígdala suele ser obsoleto, especialmente en el cambiante mundo social en el que nos movemos los seres humanos. Como almacén de la memoria emocional,
la amígdala escruta la experiencia presente y la compara con lo que sucedió en el pasado. Su método de comparación es asociativo, es decir que
equipara cualquier situación presente a otra pasada por el mero hecho de compartir unos pocos rasgos característicos similares. En este sentido se trata de un sistema rudimentario que no se detiene a verificar la adecuación o no de sus conclusiones y actúa antes de confirmar la gravedad de la situación. Por esto que nos hace reaccionar al presente con respuestas que fueron grabadas hace ya mucho tiempo, con pensamientos, emociones y reacciones aprendidas en respuesta a acontecimientos vagamente similares, lo suficientemente similares como para llegar a activar la amígdala.” Inteligencia emocional – Daniel Goleman
Lo grabado en la memoria emocional es indeleble, pero sí se puede actualizar. Cuando niños no tuvimos otra elección, pero ahora de adultos podemos tener otro punto de vista, otra perspectiva sobre lo que sucedió. Volviendo a revivir emocionalmente lo que pasó, pero ya desde otro punto de vista, actualizamos lo grabado por lo nuevo, y ya no dará más problemas.
“A no ser que intentemos reconocer la realidad de nuestra infancia lo más a fondo posible acabando con la represión y la negación. Entonces descubriremos en nosotros mismos a la persona que puede llenar esas necesidades que desde nuestro nacimiento esperan ser satisfechas; podremos darnos a nosotros mismos la atención, el respeto, la comprensión de nuestras emociones, la protección necesaria y el amor incondicional que nuestros padres nos negaron”
“Para que eso suceda, necesitaremos experimentar el amor hacia ese niño que fuimos; de otro modo, no sabremos donde está ese amor”
“
Salir de su estado de agotamiento y sentir que su energía crece en cuanto deje de necesitarla para reprimir su verdad”.
El cuerpo nunca miente – Alice Miller