Iniciado por petunia

Hola!

Todo comenzó al llegar a casa al medio día con mis hijos, un día normal. Pongo el pure de verduras en la vitro y enciendo el fuego para calentarlo. Me palpo la muñeca para ver que hora es y no tengo el reloj, no recuerdo habermelo quitado, y no está en los sitios donde habitualmente lo dejo. A raiz de eso empiezo a sudar y a temblarme las piernas (¿He contado ya que una de mis fobias es perder objetos personales en la calle? No me pregunteis porqué, no lo sé) ante la prespectiva de que no volveré a tener mi reloj, las lágrimas comienzan a caer por mis temblorosas mejillas. Les digo a los niños con dificultad: "Mama tiene que ir al parquing a ver si encuentra el reloj, no os movais del sofá", voy a salir por la puerta pero, haaa!!! casi lo olvido, apagar el fuego de la vitrocerámica y retirar la cacerola del fuego (cada vez que lo pienso........) El parquing está en piso -1, entro en el ascensor presa del pánico y aprieto el boton. El ascensor baja......... y parece que se para en el piso correcto. Ante la tardanza de que la puerta corredera no se abre, la abro yo, histérica perdida y llorando, con un "¡¡Pero bueno!!! Y me encuentro con una puerta CERRADA de metal detras de ésta. Se paró antes de llegar, había un escalon de unos dos palmos y la puerta de metal estaba totalmente cerrada (¿He contado ya que una de mis fobias es la claustrofobia?) Llamo tratando, en vano, de mantener la calma, al boton de emergencias. Vuelvo a llamar. Grito "Hay alquien!!", No se oye nada, ABSOLUTAMENTE NADA, y mis hijos siguen en casa viendo la tele SOLOS. ¿Os podeis imaginar como me sentía? No lo recuerdo muy bien, no se cuanto tiempo esperé antes de ponerme a gritar llorando como una posesa "Socorro", "Que alguien me ayude, Por favor", acompañado de patadas, puñetazos y de mas contra la puerta y las paredes.

Al cabo de 10 minutos, dos vecinos me oyen, (no me extraña) y vienen a tranquilizarme, les paso las llaves de casa por una pequeña rendija de ese espantoso armatoste de hierro que se interponía entre yo y la libertad. Llaman al técnico del ascensor. Al cabo de media hora, ya estoy fuera. Abrazo a mis hijos llorando, y mi hijo me dice: "Mama he encontrado tu reloj tirado en el sofá".

Fin de la odisea. En fin quería compartirlo con vosotros.

Un beso!