En lo personal, tratándose de mi persona, siempre temí más a la vida que a la muerte. Y comparto lo que dijo alguien, no me acuerdo quién, de que cuando alguien muere los únicos que de verdad sufren son sus deudos, el finado está en paz. También me acuerdo de algo que leí alguna vez: La muerte de un joven es un naufragio, la muerte de un viejo es una llegada a puerto. Es lo más normal del mundo, después de cierta edad, pasar a mejor vida. Es más, es un derecho, diría yo. Con los años aumenta el cansancio, disminuye el vigor, disminuye la paciencia... Y la muerte viene a acabar con todo eso.
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