Hola amigo. Lo primero que quiero que sepas es que te comprendo perfectamente. Yo pasé por lo mismo y hasta los 28 no dejé de ser virgen, salvo que en mi caso soy gay hombre.
En primer lugar quiero decir que llevamos grabados en nuestros genes 3 "armas de destrucción masiva" muy peligrosas, capaces de poseernos, desarmarnos por completo, hacernos perder la cabeza, arruinar nuestra vida y la de otros, de saltarnos nuestros principios, empujarnos a cometer locuras, perder la dignidad como seres humanos o hacer daño a otros.
Estas 3 armas son: 1) el hambre, 2) el instinto de supervivencia (cuando nos sentimos mortalmente amenazados siendo la peor locura: la guerra) y 3) el sexo. La sociedad civilizada moderna ha conseguido desactivar las dos primeras armas, gracias a que hoy día hay comida para todos, y las leyes y sistemas de seguridad del Estado que nos protegen de amenazas. Pero por desgracia la tercera arma, el sexo sigue activa y sigue mareando la vida y la cabeza de la gente, con difícil solución.
En segundo lugar tienes 21 años, y eso es un problema añadido, porque por un lado tu cuerpo está en plenitud de facultades físicas (eso incluye las sexuales) pero eres demasiado joven, poco tiempo vivido y tu cabeza todavía no ha acumulado la suficiente información y experiencias como para saber gestionar las emociones fuertes como el sexo. Por lo menos para poder tranquilizarse y no perder los nervios ni la cabeza ni tu vida. Lo cual hace que te sientas embargado por una angustia paralizante y demencial. Encima nadie te comprende, porque como ya he dicho nadie tiene la solución a este problema. Las soluciones que se proponen: pareja, matrimonio, sexo recreativo no siempre salen bien y sobre todo no siempre está al alcance de todo el mundo, salvo la prostitución que asimismo está mal vista porque precisamente pone en evidencia la inmensa magnitud de un jodido problema de difícil solución que de lo que asusta, nadie quiere verlo. Y en lugar de admitir lo jodido del asunto, pues intentarán negarlo o maquillarlo, darte ánimos, de una u otra manera. Por eso también se frivoliza y se hacen bromas con el sexo, como una forma de quitarle hierro a un asunto que tiene mucho pero que mucho hierro y tralla.
Tercero, yo estoy prácticamente convencido de que la vida sexual de la gente en general no es para tirar cohetes. Como mucho lo será para unas pocas personas y durante períodos limitados de tiempo. Lo sospecho porque vivimos en una sociedad donde el sexo se utiliza constantemente como reclamo, y donde mucha gente fanfarronea del sexo o de su atractivo físico. Mientras que los que no pueden hacerlo se amargan o lo critican. Esto me recuerda muchísimo a lo que pasaba aquí en España durante la guerra y las post-guerra. Eran tiempos en los que faltaba comida, cartillas de racionamiento y mucha mucha hambre. Pues bien la gente fanfarroneaba de que comía mucho y bien. Mi abuela contaba que había vecinas que golpeaban un plato con un tenedor para que pareciera que tenían huevos y estaban preparando una tortilla. Y alucinad, los gordos eran envidiados y tomados por modelo de éxito social. Fijáos hasta que punto se puede nublar la mente cuando se pasa hambre. En los peores momentos gente llegaba a comer cadáveres y roer madera y hojas.
Ahora veo actitudes parecidas en la gente con respecto al sexo, lo cual me hace pensar que se pasa mucha hambre. El porno y la prostitución mueve millones y el sexo como reclamo en general genera ganancias millonarias hasta para vender un desodorante. Ah y por cierto, los casados son los que menos follan.
Por qué pasa esto? Pues porque el sexo es una de las cosas más nazis que hay (solamente superado en nazismo por el amor). No te vale ni le vales a cualquier persona. Eso hace sentir miedo o bien hacer sentir culpable. Tienes que gustarle y resultarle atractivo, pero ese concepto es algo tan voluble y volátil que es imposible caminar sobre terreno firme y mucho menos tener un cierto control de la situación como para poder relajarse y disfrutarla. Todo esto aderezado por un sentimiento de urgencia y deseo que no espera ni claudica. Mucha gente se empareja o tiene sexo con gente que no le gusta por culpa de esa urgencia, pero una vez satisfecha sale la realidad, lo cual origina múltiples problemas y traumas en ambas partes. Y no entro en el terreno de los celos, posesiones infidelidades, enfermedades que se pueden coger etc... porque si no nos mareamos. Lo dicho: un arma de destrucción masiva y de las peligrosas. Que está detrás de todos los casos de violaciones, abusos menores y minusválidos, malos tratos y asesinatos a parejas etc... Yo no me lo tomo a broma para nada.
Mi consejo: pues yo tampoco tengo la solución. Pero sí te diré mis consejos de viejo: que no estás tan mal como piensas ni los demás tan bien como cuentan. Que antes de emparejarte o tener algo con alguien, priorices la persona antes que satisfacer la necesidad sexual. Porque si das con una buena persona que os gustéis mutuamente (qué fácil es decirlo) el sexo puede luego funcionar muy bien. Pero no aguantes mierdas de nadie por follar, porque acabarás muy loco. No permitas que nadie use el sexo para manipularte. Que tu autoestima no dependa solod de tu desempeño sexual. Que si te ves feo, siempre puedes hacer algo por mejorar el cuerpo cuidar la alimentación, ir al gimnasio nadar etc... y que lo hagas, pero no por gustarle nadie sino por ti mismo y por disfrutar de ese cuerpo de 21 años elástico y lleno de salud. Que se puede conocer gente por internet mediante webs y aplicaciones de todos conocidas (así dejé de ser virgen yo). Y que mientras tanto, las pajas están muy bien. No las minusvalores porque una vez leí en un libro que muchos sexólogos coinciden que son una de las formas de sexualidad más satisfactoria que existen, precisamente porque prescinden de todos los problemas asociados a la necesidad de tener que ponerse de acuerdo con otra persona. Quien mejor que tu mismo para saber lo que te gusta? y además no transmiten enfermedades. Que disfrutes de tus 21 años porque es una edad maravillosa, con una salud envidiable, una mente limpia, un corazón noble y sobre todo mucha mucha vida por vivir y llena de posibilidades. Una edad por la que los hombres más ricos del mundo pagarían sus millones por tenerla y no pueden. Y sin embargo tú la tienes. Y por último desearte ánimos y un poquito de suerte
Perdon por el tocho.