Yo pienso que tampoco se puede sacar de proporción la visión hacia la psiquiatría y la psicología. Eso es jugar al todo o nada: o la santificamos o la demonizamos. Hoy día constan de todo un complejo de visiones algunas muy divergentes entre sí, no es un cuerpo único de conocimientos que se aplica de la misma manera. Es más, hay psiquiatras que están negados a recluir pacientes, lo utilizan como la opción más extrema. Con respecto a las etiquetaciones, es cierto que algunos se dejan llevar de ellas como si fueran recetas de cocina, pero los que manejan eso como debe ser, saben muy bien que las etiquetaciones son solo referencias para más o menos detectar líneas de acción, porque lo que es realista es que cada persona es un mundo en si mismo, y cada terapia es manejada de acuerdo a las características particulares de cada quien, y nadie puede ser encontrado en un libro exactamente con todas sus características y de acuerdo a ella, saber que hacer. Las terapias muchas veces requieren de mucha creatividad, incluso a veces saltarse ciertas reglas y la calidad de la relación entre ambos, de respeto y valoración mutua, de reconocer la humanidad del otro, es decisiva.
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