Hola querida gente !
Hace tiempo que no venía por este foro a expresar mi opinión sobre nuestro problema o expresar mis propias preocupaciones. La verdad es que estoy poniendo en duda esas preocupaciones que antes tenía y me rondaban constantemente, y esta duda comienzo a verla reflejada en mis sueños, por ejemplo, de modo que empiezo a asimilarla. A veces parece que nuestra mente se enfrente a todos los enigmas del universo y que no va a estar satisfecha hasta verlos resueltos, como si necesitara una visión clara que nuestra condición humana, algo diminuta y limitada por doquier,no puede alcanzar. Este afán tan amplio de conocer o de "entender" se aplica también a la sociedad, y parece que con nuestros actos diarios estemos muy lejos de una integración total, que sin embargo otros sí son capaces de compartir (igual que existen las respuestas a esos supuestos enigmas del universo que podrían llevarnos a tener razón sin temor).
Es de estas dos cosas que surge la fobia, esa ansiedad que no solo se activa ante los actos sociales (por falta de integración) sino también solos o entre gente de confianza (por falta de razón y sentimiento propio de inferioridad). Siempre nos vemos por debajo o, aun en una situación estupenda con oportunidades al alcance, estamos cuestionando nuestro propio valor, pero ¿frente a qué? ¿no es posible que esos "enigmas", esa "integración"... sean completamente autogenerados por el cerebro y se combinen con todo nuestro pensamiento, llegando incluso a apoderarse de él?
Si por un momento abandonamos esas dudas acerca de nosotros mismos y vemos la enorme cantidad de problemas, de huecos y agujeros, de grietas y arañazos que tiene la sociedad, si dejamos de ver el universo como una serie de inalcanzables verdades al estilo platónico y aprendemos a aprovechar lo que tenemos, si nos damos valor a nosotros mismos y vemos la vida no como un objetivo, sino como un experimento, si dejamos de ver a las personas según lo "integradas o no" que estén sino que tratamos de aprender de los que ellas nos muestran, si disfrutamos, si actuamos y nos movemos, si pasamos por encima de nuestros miedos y preocupaciones, haciendo aquello que nos gusta, yo creo que la fobia se va a perder progresivamente.
Pero seguramente ustedes ya saben todo eso, pero no pueden hacerlo. No basta con decir ¡venga, voy a ello! y surge tras estar mil años en la oscuridad. Precisamente, eso no va a ocurrir. Porque en realidad no está en ninguna parte encerrado, esta en el día a día. Lo bueno de la vida no debe estar en nosotros mismos sino que e´stá fuera, y nosotros debemos participar en ello, tal como se presente, tratando de aprovecharlo, engrandecer lo bueno y corrigiendo lo bueno (sin agresividad claro). Ustedes se ven por debajo, pero no ven lo "encima" que están, la increíble vida que tienen. Solo cambiando su actitud ante esa vida, poco a poco o bruscamente, según los ambitos y como vean ustedes, podrán vivir y respirar con dignidad.
Pienso en las personas que viven en Guinea Ecuatorial, bajo un régimen de gobierno tan horrible y despiadado, personas inocentes que sufren torturas, escogidas al azar, que no tienen nada de dinero, en extrema pobreza, sin educación, sin sanidad que valga (más bien lo contrario, enfermedad y porquería)... y que no pueden hacer nada.. Eso es injusticia.
Nosotros en cambio tenemos una impresión altamente negativa de nuestro propio entorno. Nos vemos injuriados, nos sentimos mal, despreciados, abandonados, solos. Creemos que lo que hay fuera es amenazante y destructivo... no sabemos interaccionar con los demás y necesitamos aprender "habilidades sociales" como si la sociedad fuera un club o una función de teatro. No lo entiendo, deberíamos sentirnos felices de vivir donde vivimos, y tratar de ayudar a los demás, pues también existe gran injusticia y pobreza y porquería en nuestro habitat. Pero ¿por qué rechazar la sociedad como conjunto? En vez de lamentarnos (con o sin motivo), actuemos. Colaboremos con los demás, mezclémonos, confiemos nuestros sentimientos, aprendamos del resto. Innovemos nuestra propia forma de actuar, cambiemos, no hagamos siempre lo mismo y salgamos de rutinas en la medida de lo posible. Incluso las responsabilidades se pueden afrontar de muy diversas formas, aligerando o aumentando su pesadez, haciendolas mejor o peor...
Primero, seamos conscientes de nuestros propios derechos, sentimientos e ideas.
Segundo, estemos abiertos a escuchar las opiniones, ideas y a comprender a los demás en su situación.
Tercero, estemos dispuestos a razonar y expresar nuestra opinión a los demás, sea esta igual o distinta a la del otro, sea una queja o un cumplido, un intento de ayudar o de defenderse.
Yo creo que a esto le llaman ser asertivo. En realidad es la madre del cordero, pero no es una simple forma de actuar entre otras muchas. Significa valorarnos a nosotros mismos y a los demás, apreciando lo bueno y lo malo, tratando de disfrutar lo uno y corregir o alejar lo otro (no podemos ser siempre la madre Teresa claro). En resumen, esto supone un acercamiento al mundo, lograr disfrutar de la vida. Siempre se puede hacer, hay pocas cosas irreversibles en la vida, pero hay que actuar para generar buenas y eliminar o corregir las malas (o perjudiciales, o desagradables...), una de las cuales es la soledad.
Esta soledad y esta vida rutinaria es producida porque juzgamos demasiado, por tanto no aceptamos nada de la vida misma. Como sentimos esa ansiedad, siempre hay algo que nos parece malo en las circunstancias, y preferimos retraernos para crear solos nuestro propio actuar y nuestro entorno, sin interferencias. Sin esa ansiedad, en cambio, somos capaces de aceptar las cosas como vienen PORQUE SOMOS CAPACES DE HACERLES FRENTE SI HUBIERA ALGUNA MALA O SIMPLEMENTE DESAGRADABLE SUBJETIVAMENTE. Y esta es la madre del cordero, la piedra filosofal, PERDER EL MIEDO. Si tan malo es el mundo o la gente, enviémosla al carajo, o luchemos por cambiarla. Pero nunca nos retraigamos ni huyamos. Afrontemos las cosas como vengan.