Para mí la felicidad absoluta sólo podría existir después de la muerte. En cambio, el concepto de felicidad creo que es algo que se trabaja. Un estado que se va construyendo poco a poco, a partir de pequeños momentos que, una vez se van sumando y, haciendo un cómputo global, dan la sensación de un estado de felicidad prolongado. Pero como es comprensible, hay factores que no puedes controlar y, por tanto, depende de ti que compenses esas carencias que te "regala" la vida.
Por otro lado, lo que comentas de la muerte me parece endiabladamente descabellado (no te negaré que como especulación es interesante) y, además, como subterfugio no es nada viable. No creo que ni tú, ni yo, ni nadie que esté vivo (ni los muertos), puedan saber si la muerte, como entidad abstracta, sea arbitraria.