Pisciano

Buenas, que tal. Hace un tiempo solía leer y participar bastante en este foro, hasta que llegué a la conclusión de que ya se estaba convirtiendo en un vicio. Por eso conviene moderarse un poco y no abusar de ésto, y en realidad hablo del internet en general.

Estoy completamente seguro de que padezco trastornos de ansiedad, eso lo sé muy bien, pero digamos que siempre logré llevar una vida bastante normal y activa, obviamente con todas las dificultades que causa éste problema.
Ésta entrada es necesaria para llegar al tema en sí.
A pesar de haber conseguido conocer muchas personas y relacionarme en distintos grupos, algo de lo que estoy bastante orgulloso porque, bueno, ya saben lo que se siente y cuánto cuesta; siempre fuí y sigo siendo un tipo muy desconfiado y bastante cerrado. Por esta razón, aunque ya lo normal es que a los verdaderos amigos se los cuente con los dedos de una mano, tampoco me entrego a pleno con los más cercanos.
Tengo en claro que a la única persona a la que le contaría toda la verdad sería una novia, pero mis relaciones con mujeres no suelen durar lo suficiente.
El tema está en que por un lado yo quiciera hablar todo con algunos amigos, pero por distintas razones, como su actitud y mi desconfianza y/o miedo, no puedo soltarlo todo, y después muchas veces me siento mal por ocultarles éstas cosas cuando ellos me cuentan tanto de lo suyo.
Pienso que estos trastornos solo pueden entenderlos quienes lo padecen y los psicólogos, por haberlos estudiado a fondo. Y el resultado de una discusión sobre el tema con uno de éstos amigos sólo puede ser el rechazo o la lástima, y obviamente solo me complicarían el panorama.
A decir verdad, desde los 17 que me puse las pilas, manejé bastante bien mi vida, ahora recién estoy en los 21, pero siento que se acerca el momento de abrirme del todo a una persona, y tengo buenos candidatos.

Se aceptan opiniones y experiencias...

Saludos

Victorache

Yo te puedo contar mi experiencia y la verdad es que es muy buena. Yo también he sido de los que he llevado una vida cuasi monástica, detrás de una máscara de normalidad hasta donde fuera posible. Pero mis relaciones llegaban hasta cierto punto y de ahí no pasaban. Pero como yo he estado estos últimos dos años haciendo toda una revisión de mi vida, además que mis prioridades y yo mismo han cambiado porque se descubrió la naturaleza de mi problema (la cual la fs era una consecuencia), el año pasado conocí a un amigo a quien decidí contarle todo sobre mí. Y fue la mejor decisión que pude tomar, porque yo siempre tenía reacciones un tanto malcriadas y extremas que contrastaban abiertamente con mi personalidad centrada y racional (estoy hablando en pasado, pero lo reconozco: todavía me pasa). Y desde ahí me he ganado mi primer gran amigo, al punto que casi lo veo como mi hermano. Es muy agradable tener una amistad en quien puedes confiarle como te sientes, y de quien puedes recibir ese soporte y ese consejo cuando te sientes mal o confundido, porque no tienes por qué ocultar nada. Y el beneficio extra es que a partir de ahí he podido seguir avanzando en mi situación, al punto que hoy día hasta estoy asistiendo a un taller de teatro (sugerido por mi amigo como una forma de conectarme mejor con mis emociones). Si el no me conociera bien, jamás me habría hecho esa sugerencia, la cual está resultando muy provechosa. También están las relaciones por Internet, donde puedes encontrar personas muy cálidas y positivas. Esas pueden ser grandes amistades también, aunque obviamente el tipo de relación es muy limitado, porque no puedes ponerte de acuerdo con ellas para salir, etc,etc,etc. Con respecto a tu visión de que con una novia te sentirías más a gusto contándole esos aspectos, yo no siento como tu. Yo prefiero con ellas hacer el papel de "perfect man". Ahí el orgullo me gana. Pero bueno, eso es algo que también tengo que trabajar, supongo.

Claro, también tienes que saber a quien se lo cuentas,porque hay personas de lo más buena nota pero que no tienen la profundidad ni el interés de involucrarse con los problemas emocionales de los demás. Pero sí hay otras que tienen la paciencia y la empatía para querer relacionarse contigo con apertura y respeto, si ven, por supuesto, tu deseo de avanzar, de mejorar. Porque no hay nada más desagradable que el vampirismo emocional, y uno tampoco tiene derecho a aferrarse a los demás como ancla, y en el fondo alimentarse de ellos sin ningún deseo de conquistar un estado de independencia o madurez psicológica. Porque ese tiene que ser el objetivo final.

Así que si puedes confiar y convertir en confidentes a algunos de tus amigos no dudes en hacerlo. Porque amigo es el que te conoce realmente y te acepta como eres. El que no te conoce jamás puede ser tu amigo en realidad.

Pisciano

Gracias, y sí, entiendo bastante bien tu punto de vista, después de todo, nuestras actitudes parecen tener mucho en común.
Sobre encontrar la persona adecuada para explicarle este tipo de problemas... te digo que es todo un laburo (trabajo). Porque no basta con que sea alguien muy cercano y tal vez de años, la personalidad es muy importante. Y la única manera de conocerse es empezar a abrirse de a poco, osea, cada uno va tirando algunos detalles sobre sí mismo, y si surge el interés y el entendimiento, es cuando empieza a fortalecerse la relación.
Sobre el tema de la novia, mirá es facil entender por qué le contaria la verdad completa, tratándose de una relación seria claro. Simplemente no podría estar actuando todo el tiempo, la estaría engañando, y eso a lo sumo puede ser interesante para levantarse una mina.. o ligar como dicen ustedes, pero a la larga siempre terminan las cosas mal por ese camino.
Eso también se aplica a las amistades, y por eso es que me siento mal por los más cercanos, así que de a poco voy a ir entrenando la confianza.
Pero tampoco la pavada, antes que nada hay que pensar en uno mismo. Yo soy de los que creen fervientemente que si no se está bien uno mismo, en especial en el tema del autoestima, es imposible tener relaciones sinceras. En otras palabras, para poder querer a otras personas primero hay que quererse uno mismo.