Cita:
Iniciado por Antonio68
Dejando de lado efectivamente a la falta de afecto, como una de las posibles causas de los estados obsesivos, yo me refiero a estos estados como responsables de la incapacidad para sentir placer, debido al control al que nos somete a nosotros mismos, por el hecho de que estamos continuamente juzgándonos y por tanto sometiendo a una tensión y una rigidez al cuerpo, lo cual no facilita que las emociones fluyan libremente.
|
Es my interesante lo que comentas Antonio, pero yo creo que ese argumento es la pescadilla que se muerde la cola. Pues si bien es cierto que la falta de afecto hace que seamos hipercriticos; el ser hipercriticos (con nosotros mismos) hace que los demás no sientan afecto por nostros.
Varias veces durante mi estancia en Barcelona entré en un estado mental hipercrítico; es decir, dentro de mi cabeza habia otro yo que empezaba a cabrearse por todo y a insultarme. Digamos que perdí la credibilidad para mí mismo y eso es malo, malo, malo.
En ese momento, carecía por completo de un verdadero afecto pues estaba lejos de mi casa y todo me resultaba extraño; incluso yo me resultaba extraño para mí mismo. Estaba completamente SOLO en una ciudad de 4.000.000 de habitantes "fingiendo" estar contento con la experiencia y deambulando por las calles del centro aterrorizado en la enorme urbe. Lo malo no era sentir un enorme desasosiego interior sino finguir que todo estaba bien; eso es lo que me distaciaba de mi mismo y me hacia entrar en un estado "hipercritico".
Antonio nuestro alma necesita amor y cariño pero parte por aceptarse como uno es sin que los demás interfieran.
Un saludo y ánimo!!!
PD: decir que finalmente hice amigos (10-15); muchisimos más de los que ahora tengo pero como tuve una verdadera autoestima y seguridad en mí mismo los lazos fueron debiles y actualmente no tengo contacto con ninguno. Pienso que si fueron un factor decisivo para que yo saliese de la boca de ese Leviatán.