Procedo a retornar a mi estado de sombra privado de reconocimiento y alejado del juego de interpretaciones y la agitación comunicativa ansiosa por marcar terreno, frontera, diferencia y elevadora de la violencia del contraste por encima del silencio para así estimular la sensación de irme pudriendo cómoda y paulatinamente bajo el anonimato, por los siglos de los siglos: amén.