¿Por que no andamos descalzos? Yo te lo contestaré, Sora.
Del mismo modo que nos abrigamos con cortavientos, chupas o trencas cuando hace frío; de la misma manera en que ponemos ridículos jerseys de punto o abriguines con capucha a nuestros chihuahuas o fox terrier, también tendremos que vestir de manera adecuada a nuestros amigos los deditos, parásitos que viven con nosotros y nos ayudan a realizar un montón de tareas útiles.
Todo el mundo sabe que el ser humano, cuando es un embrión, sólo tiene unos apéndices o muñones. Sin embargo, en la séptima semana, una especie de lombrices parasitarias (
lombricus membretoria) que viven en el interior de todas las mujeres en edad fértil, se mueven desde sus posiciones iniciales en el intestino grueso hasta llegar a la placenta. Una vez allí aprovechan el líquido placentario y los nutrientes para crecer y adjuntarse definitivamente al organismo de la manera en que todos conocemos. La relación "lombricus" - organismo humano es, y siempre será, una relación simbiótica.
Saludable relación simbiótica establecida
De esta manera, queda claro que, al tener una vida propia, es necesario proteger a aquellos seres que nos permiten, entre otras cosas, teclear a la velocidad del sonido en nuestros teclados mientras chateamos o hurgarnos la nariz con complacencia.
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¿Cuál es la razón de que "Petancas" nunca pueda salir a la primera de su escondite en el programa "El Hormiguero"? Y no vale la gordura.