cuando yo vivía en el "hogar" de mis padres, no les solía invitar por el ambiente de tensión que había, y eso que vivía en un casa muy grande con jardín, muy bonita, mi padre se lo curró (nada de herencias ni aprovechamientos como es común y habitual), pero cuando traía amigos, me decía que:
"a jugar en la calle" o " los amigos en la calle" y una vez lo dijo delante de uno que no volvió y se fue llorando, luego llamó la madre alterada. En fín, manias.
Ahora, donde vivo, no tengo ganas de invitar a nadie, porque perdí los amigos (o no?...) y porque sinceramente ahora mismo no me fio de ellos.
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