Hay muchas situaciones que te pueden servir. Aquí algunos ejemplos:
- Pedir la hora a desconocidos en la calle.
- Preguntar a desconocidos por una dirección.
- Preguntar a desconocidos por indicaciones sobre línias y paradas de metro, autobús, trenes...
- Preguntar a los empleados de un supermercado o cualquier otro establecimiento por productos que supuestamente no encuentras o te interesan.
- Ya en un nivel de superación mayor, evidentemente, preguntar por productos que suelen dar algo de vergüenza como preservativos, compresas, higiene íntima...
- Preguntar en los restaurantes y otros establecimientos de ocio para que te señalen dónde están los lavabos.
- Como bien has dicho, saludar a los vecinos e incluso preguntarles por algún tema que conozcas sobre ellos.
- No evitar subir con los vecinos en el ascensor, afrontarlo.
- Si acudes a clases académicas, hacer alguna pregunta en voz alta al profesor (¡no hace falta que sea una pregunta ingeniosa u original!).
- Si trabajas, comentar con algún compañero del lugar de trabajo un tema que os afecte a ambos.
- No delegar en otros realizar llamadas telefónicas, afrontarlas y realizarlas sea cual sea el resultado. Cuando uno se acostumbra, la ansiedad disminuye enormemente.
Espero que te sea útil. Un saludo