Después de meses encerrada en casa, sin ir a ningún sitio salvo ir a hacer exámenes, a algunas clases y urgencias que no he tenido más remedio que salir he puesto todas las ganas y a pesar de mis fobias y mis miedos que no son pocos... he conseguido dar un paso en mis relaciones sociales.
He conseguido ir a cenar con la gente de clase.
Puede que parezca absurda para algunos, otros sin embargo me comprendereis el porqué estoy contenta ahora.
Cuando me lo propusieron dije que no, después pensé el retarme a mi misma dejar de lado mis miedos y fobias y hacer lo que toda o casi toda la gente de mi edad hace. Cuando dije de ir los primeros síntomas fueron nauseas, mareos, sudores frios e incluso temblores.
Cuando me senté en la mesa a pesar de todo lo que tenia por dentro a causa de mi maldita fobia quise ampliar el esfuerzo y me prohibí estar callada como siempre. He hablado poco,muy poco, pero muchísimo en comparación con todos los dias.
Llegó un momento en el que estuve cerca de encontrarme agusto (también cabe añadir que la gente ayudaba ya que son personas bastante agradables cosa que desconocía) la cuestión es que por un momento, aunque solo fueran unos segundos tuve la sensación esa de ser "una más", no recordaba lo que era eso, ya que llevo años con la **** fobia esta.
La verdad es que ahora mismo me siento muy orgullosa de mi misma (aver cuanto me dura) porque aunque haya sido un pequeño paso,menos es nada. El mundo no se hizo en dos dias no?
Escribo esto por dos motivos, uno porque es la única forma de desahogarme que tengo y la otra y no menos importante para "animar" a los que padecen de fobia social extrema como yo que poco a poco y con muchísimo esfuerzo podemos ir haciendo las pequeñas cosas que para mucha gente es de lo más normal.
Espero poder dar un segundo paso alguna vez...
Saludos!