Bueno bueno, no os asustéis, sé que suena duro, pero lo conocía desde hace más de una semana que ya me venía gustando. Le había mandado unas cuantas indirectas, pero él se resistía. El otro día lo pillé desprevenido y dije; esta es la mía. No quedaron ni las migas.
Lo mejor de todo es que creo que él también me correspondió