Soy un chico malagueño de 22 años. Llevo un tiempo leyéndoos desde las sombras, y me he sentido identificado con mucho de lo que se trata aquí... Pero hasta ahora no me había animado a participar activamente (como siempre, mi maldita falta de iniciativa...).
Bueno, voy a contar un poco sobre aún a riesgo de explayarme, ya que no soy muy comunicativo, y escribir para mí mismo nunca me ha servido mucho, así que os imaginaréis las ganas que tengo de escribiros.
No creo que llegue al nivel de fóbico social después de navegar por aquí y ver algunos de vuestros casos, como los de gente incapaz de salir a por el pan o de saludar o dar las gracias... De hecho casi me siendo extrovertido entre algunos foreros
... Pero mi introversión sí me ha impedido desarrollarme en varios aspectos de mi vida. Soy muy tímido; Soy muy reacio a hablar de temas privados o que pienso que puedan hacerme vulnerable a vista de los demás. Tengo un gran temor a que me juzgen, a que me condenen, a que se rían de mi o no me tomen en serio...
Soy gay, y no estoy seguro si eso ha desencadenado mi introversión o son dos cosas que se han desarrollado en paralelo, reforzándose mutuamente. Me costó mucho aceptarme, de pequeño me sentía fuera de lugar, indeseable, un error sin derecho a existir, y evitaba hablar con el mundo por miedo a que se rieran de mí o me juzgaran. Eso durante toda mi infancia. Me refugié en los libros y en mis dibujos. Como consecuencia desarrollé una personalidad hermética, y un muro de protección que me impide expresar a nadie sentimientos, emociones, miedos, esperanzas.. Intento que la gente me vea siempre tranquilo, sosegado... Pienso que ni mis mejores amigos me conocen más allá de lo meramente superficial, y eso me frustra muchísimo
Cuando salí del armario con mis amigos, a los 17, mi vida dio un cambio enorme, gané mucha seguridad en mí mismo y mejoraron mis relaciones. Me contaba menos mantener conversaciones, mirar a los ojos, hablar y reír en público... La universidad fue un cambio drástico para mi. Descubrí que tengo un gran sentido del humor y que resulto atractivo a otros chicos (aunque muchas veces tengo que recordármelo a mí mismo). Pero siempre queda el lastre de la infancia y la pubertad, donde se forja la personalidad. Todos los chicos con los que he salido han terminado sufriendo por mi culpa, porque los abandono de golpe y sin explicación: intento empezar con buen pie, pero enseguida me produce ansiedad que alguien me conozca, me controle... Me hace pensar que tienen poder sobre mí, y odio parecer vulnerable. Además siempre les veo detalles que pienso que a tal o a cual persona no le va a gustar. Eso es otra cosa horrible: siempre busco la aprobación de los demás, que piensen bien de mi. Pongo en duda cualquier piropo, pero la mínima critica me puede hundir. No me valoro, creo que los demás son más guapos, inteligentes y originales que yo. Tengo predisposición a pensar que caigo mal, lo cual me hace ser borde y caer mal de verdad en algunos casos. Otro de mis defectos es el orgullo, que a veces he antepuesto a algunas personas y me ha llevado a perderlas
Así y todo, he mejorado como persona en estos últimos años, y tengo la sensación de seguir evolucionando un poquito cada cierto tiempo, poniendo en práctica consejos que me doy a mí mismo y enfrentándome a mis miedos (qué fácil...). Así que soy optimista, tengo esperanzas de llegar a ser una persona más abierta, emocionalmente sana, con más autoestima, y capaz de expresarse y de querer a los demás como se merecen.
Bueno, pues eso es todo. Gracias por leerme, un saludo y a espero sacar algo bueno de esta comunidad.