Soy KoN, tengo 20 años y he tenido muchos problemas a lo largo de mi adolescencia. Todos ellos, o la mayoría, solucionados.
Tengo problemas ahora, pero soy bastante feliz. Paso a contaros, soy homosexual. Yo era un crío muy feliz que soltaba aceite por todas partes, pero eso a los otros chavales no les importa mucho (Y, si importaba, pues tampoco hacían un infierno de ello), pero eso cambió al entrar al instituto, donde sí importaba. Además, tenía cierto parecido a un personaje de televisión que era un pringao, de hecho era clavadito a él, tan clavado a él que todo el pueblo (aunque más bien es una ciudad pequeña) me empezó a llamar por ese nombre. Nombre que no diré, más que nada para mantener un poco de discreción, va.
A los 12 años me empezaron a insultar, todos los días que iba al instituto todos los días me iba a casa con la autoestima mucho más baja que el día anterior. Mis padres se pasaban mucho tiempo trabajando, casi siempre estaba solo en casa... cuando me pusieron ordenador me encerré todavía más en él. El resultado de eso es que llegué a olvidarme de exámenes, pasaba de estudiar, no quería al instituto, iba siempre con excusas a casa... Y claro, quería que la situación cambiase, por eso creí que lo mejor que podía hacer era masculinizarme y reunirme con los canis o kinkis del instituto. Lo hice y la situación empeoró muchísimo: hice amigos que me criticaban, que fumaban con 14 tacos, que se fugaban del instituto... y les seguí en toodo eso. Empecé a criticar a mucha gente, me fugué miles de veces del instituto, me peleé con mucha gente, me metía con muchas personas (Y otro error, sobretodo con los maricas de la clase, para querer diferenciarme), suspendí todas en el primer trimestre de segundo de la ESO excepto Religión sin haber tenido problemas en estudiar anteriormente, llegué incluso a fumar... era una vida un poco oscura. Todo ello me llegaba a recurrir en quererme suicidar, creo que hay muchísimos homosexuales que han llegado a pensar en ello, incluso lo llegué a intentar y llegué a acabar en el hospital... por suerte quedaron en intentos. Recuerdo que insultaba a mi padre y mi padre, que siempre me había permitido muchas cosas y me había defendido y con el que de pequeño siempre jugaba y cantaba canciones con él, me empezó también a insultar llamándome maricón, retrasado e incluso me llegó a levantar la mano dos veces cansado de mis insultos y mi rechazo. Hoy en día con mi padre me llevo "bien", es una relación un poco normal, querría tener una mejor, pero nos respetamos y nos cuidamos el uno al otro, a pesar de no tener ningún tema de conversación, dicho sea de paso.
Mi madre no, mi madre siempre me había protegido, la llegué a insultar y recuerdo que me llegó a levantar la mano en dos ocasiones, pero nunca me llegó a insultar. De hecho, recuerdo cómo lloraba todas las noches, cada vez que le decía que me había fugado del instituto... el día que le dijeron que llegué a fumar se le partió el mundo. Y, la verdad, no os voy a mentir, la situación que tengo ahora se la debo, en gran parte, a ella y a su amor incondicional, amor incondicional que yo también le tengo. Su amor incondicional por mí no le permitió dejarme de lado. Mi padre sí que me llegó a dejar de lado (cuando se enteró del tabaco en vez de levantarme un pollo se fue a dormir), pero es porque él llegó a caer en una depresión debido a mí y asuntos con el trabajo, no le culpo para nada.
Sus lagrimas, sus intentos por llevarme por el buen camino y los hechos de las notas (Ocho suspendidas en segundo de la ESO en el primer trimestre) junto con el tabaco y la vida asquerosa que tenía me hicieron querer cambiar. Dejé de lado a esos amigos, me reuní con otra gente con la que intentaba hablar, consiguiendo un mejor amigo entre ellos que era un buen amigo que no me criticaba. Las críticas siguieron con los demás por supuesto, incluso cuando dejé de salir con la gente tuve muchísimas peleas. El radio de influencia de este amigo y de mi madre hicieron que volviese a estudiar y que dejase el tabaco, pude salvar el curso y no repetir, e incluso tener buenas notas (Los profesores decían que había sido un milagro la evolución), con el tiempo... a los 15 años llegué a conocer el teatro, que me hizo desenvolverme muchísimo más y llegar a ser muy extrovertido (Bueno, más bien, creo que siempre he sido extrovertido, el tema era que estaba lleno de complejos que, una vez que me deshice de ellos o acepté los que tenía que aceptar, conseguí mucha más seguridad)
En esta época no llegaron nunca a recetarme pastillas, llegué a pasar de ellas, a pesar de que tenía un psiquiatra y un psicólogo semanalmente (que no me ayudo para nada, cabe decir).
El tiempo... no sé, me hizo masculinizarme... A los 16 años tenía las típicas pintas de chaval flaquito y débil, pero el deporte (Gimnasio, fútbol, baloncesto) hizo que cambiase eso en mí. No sé, creo que el deporte junto con el teatro provocó que se me cerrasen todos esos escapes de aceite.
Ahora tengo novio del que estoy totalmente enamorado y él está totalmente enamorado de mí (Nos conocimos en una fiesta de la universidad, él estudia Medicina y yo Derecho), tengo bastantes amigos, una carrera que me gusta aunque me ocupa muchísimo tiempo, estudio idiomas y hago deporte y como bastante sano... Me gusta levantarme y comer una tortita de avena con mermelada, una generosa raja de melón con un jugo de naranja acompañado con leche desnatada y almendras, aunque también me gusta emborracharme los fines de semana y cogérmela con mis colegas, moderadamente claro. El tabaco u otras drogas no las sigo no tengo ningún interés. Todos mis amigos son heterosexuales, casi todos tíos, tíos que, aunque suelen aceptar peor la homosexualidad que las mujeres, la amistad ha hecho que me acepten como uno cualquiera.
En definitiva, soy feliz. Soy un tío que le gusta el derecho, la cerveza, la literatura, el cine, el deporte y los hombres. Y soy jodidamente feliz, sin que mi orientación sea un problema y sin que me haya afectado mi pasado, que con optimismo y superación y apoyo por mi madre, he conseguido lo que tengo ahora.
He llegado a tocar fondo (Lo llegué a hacer en el hospital, cuando intenté suicidarme) y ahogándome he vuelto a la superficie y la he sobrepasado hasta llegar al cielo y al más allá.
PD: Siento mucho el tochazo.
Un saludo y muchísima suerte.
Nos leemos !