Soy un tipo solitario, me gusta estar solo. Soy de pocos amigos. Valoro el honor, la sinceridad y la confianza en una persona. Soy crítico con todo, no hago las cosas porque sí. He sufrido en mi entorno familiar, y hoy día apenas ya queda "entorno". Soy curioso por naturaleza, me interesa el por qué de las cosas. Valoro el trabajo como oficio, como desarrollo personal. No muestro mis sentimientos, soy introvertido. Me han dado un par de "puñaladas emocionales" cuando no he sido así. Miro al pasado para ver lo que he hecho, por ello soy lo que soy. Tengo hiperhidrosis. Creo en la gente, aunque mi experiencia personal me ha dado argumentos en contra. No tengo facebook, twitter, blog, etc. Prefiero la montaña al mar, el pueblo a la ciudad, la paciencia a la premura, el invierno al verano, la cabeza al corazón, escuchar a hablar. Me agobian las aglomeraciones, los sitios cerrados con gente. Tengo un especial sentido del humor. Aprecio la lectura y la música. Comparto el pensamiento de Séneca. No soy sociable, y no me gusta serlo sin motivo. Creo que las cosas ocurren por una razón. Desvío mi camino cuando hay palomas delante. Admiro a la gente que es como es sin pensar en qué opinan los demás...
Una presentación express...
Algunos me tachan de raro por pensar como pienso. Tampoco yo los considero un modelo a seguir siendo como son. Creo que en este foro hay gente con más valía. Precisamente por eso me animo a escribir, porque he visto que hay gente con la que comparto pesares, fobias y "trastornos", pero sobre todo porque hay personas con las que comparto muchos puntos de vista y opiniones.
El hecho de ser como somos nos hace especiales. Vemos las cosas con otra perspectiva, valoramos lo que tenemos pues carecemos de muchas cosas que los demás dan por sentado. Damos importancia a aquello que sabemos que merece la pena, pues no lo tenemos o no lo encontramos, o lo tenemos pero no con quién compartirlo. Vemos más allá del velo superficial que nos cubre porque ya nos hemos mirado dentro y sabemos lo que esconde.
Algunos son conscientes de cómo son y lo aceptan, e incluso lo aprovechan. Me alegra ver que hay personas que se toman su fobia como al que le ha tocado ser moreno en una familia de rubios. Otros no. Otros sufren, porque no quieren ser así. O han sufrido y ahora son el resultado de ese sufrimiento. He leído casos verdaderamente estremecedores, junto a los cuales mis problemas pasan a ser nimiedades. Y sin embargo aquí están, afrontándolo e intentando salir adelante. A veces me siento más cerca de los primeros, a veces más de los segundos.
Por los primeros, me quito el sombrero. A los segundos, todo mi apoyo y comprensión.
Confío en compartir letras interesantes.
Un saludo a todos.