Hola, chicos.
Esta es la primera vez que participo en un foro desde que tenía como 12 años, y ahora tengo 22. He leído muchos posts y hay algunos comentarios realmente interesantes, y tantas perspectivas y formas de afrontar la ansiedad social como usuarios hay aquí. Así que he pensado, qué puñetas, voy a perderle un poco de vergüenza a expresarme y a decir mi opinión por Internet.
Soy estudiante en Granada, aunque no soy de aquí, sino de Almería. Me encanta irme de tapas, salir de fiesta, leer, escuchar música y hacer deporte. Mi vida es, aparentemente, normal y perfecta.
Provengo de una familia un poco disfuncional donde una madre narcisista me ha puesto las cosas bastante difíciles a lo largo de toda mi vida. He crecido con una visión de la realidad muy distorsionada, impuesta por unos padres súper autoritarios, pensando que son normales cosas que para nada lo son. Estas relaciones tan conflictivas y tormentosas me han lastrado con un peso que actualmente estoy tratando de quitarme de encima con la ayuda de terapia. Entre otras, las consecuencias que más me pesan son unos trastornos de ansiedad social y dependencia emocional, que combinados con un complejo de Edipo como un castillo me traen un poquito por el camino de la amargura.
En resumidas cuentas, que me cuesta una barbaridad hacer amigos, y mantenerlos mucho más. Tengo unos pocos que aún conservo de mi infancia y con los que he crecido y me siento en confianza, pero de ahí no paso. Y de temas amorosos ya ni hablemos, puesto que me resulta extremadamente difícil sentir cualquier tipo de atracción hacia una persona.
Quería unirme a este foro para compartir algunas experiencias y reflexiones que puedan servirme tanto a mí como a los demás. Actualmente, estoy bastante satisfecha con el ritmo que lleva mi terapia, y la verdad es que desde que la empecé mi vida ha cambiado a mejor en varios aspectos de manera bastante palpable. Aún me queda un buen trecho por recorrer, pero creo que voy en la dirección correcta, y desde luego le estoy poniendo más esperanzas, ganas e ilusiones que a ninguna otra cosa que haya hecho antes en mi vida.
Por eso me gustaría terminar mi presentación animándoos a mantener la esperanza. La fobia social no es algo que vayáis a superar de un día para otro por arte de magia. Será fruto de un esfuerzo y una constancia muy grandes, y en muchas ocasiones sentiréis que no podéis y que la cuesta se hace demasiado empinada como para que podáis seguir subiendo. Y yo os digo que, si le ponéis empeño y buena voluntad, os proveéis de herramientas útiles, y tenéis un poquito de suerte, a los poquitos meses empezaréis a ver resultados que os maravillarán y os animarán a seguir intentándolo con aún más entusiasmo.
¡Gracias!