Bueno, en realidad lo tuve ayer. Yo también padezco agorafobia, incapacitante pero no severa. Con ello quiero decir que aún soy "funcional", es decir, voy a trabajar todos los días. Pero eso es prácticamente lo único que hago a estas alturas. Por lo demás, procuro salir lo menos posible de casa. Mi vida, me imagino que como la de muchos de los que recaláis por estos foros, ha cambiado hasta no parecerse en nada a la que llevaba antes de que empezara el trastorno. Antes era una persona preocupada y ocupada en los demás, solía gustarme conocer otras realidades diferentes a la mía y ayudar en lo que fuera posible. Ahora bastante tengo con ayudarme a mí misma. Pero ayer tuve un sueño. En el sueño, yo era miembro de una aosicación de agorafóbicos que consistía en una especie de red de afectados en la que los que tenían menos dificultades trataban de ayudar a los que tenían más. Era de noche y recibía una llamada de uno de los organizadores: una chica de la red había ido a su casa con sus hijos y debía volver a casa de sus padres, pero no se atrevía a salir de allí sola, así que me habían designado a mí para ir a buscarla y acompañarla. Entonces, debía coger un tren, pero el miedo que le tengo a los transporte públicos se reducía porque sabía que alguien necesitaba que yo lo hiciera, que llegara hasta allí. Y llegaba. Y primero veía a los niños, en una habitación oscura, asustados. Encendía la luz y los invitaba a que esperaran en la puerta. Después iba a buscar a la chica. Estaba en la cama, sintiéndose impotente y con algo de vergüenza. Pero yo la comprendía, la ayudaba a levantarse y, conmigo, era capaz de llegar hasta casa de sus padres. No, yo no era una superwoman que fuera a salvar el Universo. Lo habíamos hecho entre las dos, y el optimismo venía tanto por haber sido capaz de ayudar como por sentir que, en otras circunstancias, en otra ocasión, sería yo la ayudada y también saldría adelante. Me desperté con el mejor sabor de boca que recuerdo en dos años. Y sin miedo. Sé que existen asociaciones pero no conozco ninguna que se parezca a la de mi sueño. A mí me pareció una buena idea. Mi chico dice que tal vez haya encontrado un camino para curarme. En cualquier caso, sólo quería compartirlo.