Hola! Os voy a contar aquí mi experiencia de hoy con un taller de crecimiento personal al que me he apuntado. Se basa en la terapia gestalt y no está impartido por psicólogos, sino por filósofos. La verdad es que iba con reticencias, pero ha sido genial. Bueno, se trata de un taller de grupo, ya sé que esto puede ser difícl para muchos, pero os puedo asegurar que en una sóla sesión he avanzado más que en años de terapia. Ahora sí, cuesta y mucho.
Os cuento: en primer lugar, estábamos descalzos y con ropa cómoda, sentados en cojines. La pareja (chico y chica) que dirigian el taller se comportaban de una manera tremendamente natural con nosotros, nada de las jerarquías que a veces se establecen entre psicólgo y paciente. Además estaban muy preocupados de escuchar a todo el mundo, prestándoles muchísima atención. Luego nos hemos ido a fumar a la calle con ellos, de buen rollo.
Bueno, el primer ejercicio: hems empezado caminando por la sala, luego corriendo y luego nos teníamos que pisar los pies los unos a los otros...jeje ha sido divertido.
Luego ha habido un ejercicio bastante díficil: cada uno de nosotros nos teníamos que poner delante de cada uno de los demás y decir: "Tú eres ...y yo imagino que eres...". Bueno, a mi evidentemnte me han dicho: "Tú eres pecosa y yo imagino que eres tímida", y cosas así. No puedo negar que me ha dolido cuando me han dicho tímida.
Luego, lo he hecho yo con todos los demás.
El segundo ejercicio: teníamos que decir a cada uno de los demás: "Yo soy y yo aparento ser". Aquí ya es más difícil porque se trata de hablar de tí mismo, aunque supongo que lo más duro ha sido ucanod los demás han tenido que hablar de mi. Pero me parece muy interesante porque ha sido una manera de ver una opinión objetiva de los demás hacia mi.
Luego hemos hecho una relajación en la que nos teníamos que imaginar que eramos un rosal. El rosal lo hemos dibujado en un folio. Y ahí hemos empezado a hablar cada uno de nuestro rosal (que eramos nosotros). El diálogo era muy franco, nada del terapeuta diciendo: "pues el rosal es pequeño porque tú te sientes pequeña"; ni nada de eso. Sólo comentando los dibujos. Después hemos ido haciendo ejercicios individuales de acuerdo a las conclusiones a las que íbamos llegando con lo del rosal: por ejemplo, si a mi se me destacaban mucho las raíces y no sabía por qué, yo me ponía en medio de la sala y enfrente de mí tenía a las raíces y les tenía que decir lo que sentía hacia ellas y luego al contrario.
Aunque lo parezca, no me ha dado nada de verguenza, es increíble el clima de complicidad y confianza que se tiene allí. Bueno, os diré que yo he acabado llorando y la clase ha finalizado conmigo en medio de la sala y todos dándome un abrazo grupal (todos a la vez, y yo en medio de ellos ) que ha durado un par de minutos. Y bueno, después me han vuelto a abrazar el chico y la chica que llevan el taller. Quiero decir que todo ha sido de mucha confianza. He de decir también que todo se basaba en el aquí y ahora, no de escarbar en el pasado. Y también que cada uno podía llegar hasta donde quisiera hablando, si no te apetecía, no pasaba nada. Por ejemplo, después de describir el rosal, el chico te preguntaba: ¿te apetece hacer un ejercicio sobre este tema que ha salido? y tú decías si te apetecía o no. Un compañero, por ejemplo, a mitad del ejercicio ha dicho que no podía continuar y no ha pasado nada.
Bueno, esta ha sido mi experiencia. El taller sigue durante todo el invierno, asi que seguiré asistiendo. Os lo dejo aquí para si tenéis la oportunidad en vuestra ciudad de asistir a uno, que no lo dudéis.
Saludos
