La hay, siempre la hay. Quiero creerlo.
¿Podría un cocainomano decir que no hay salida? pues claro. Cuando estás metido en el ajo una de las cosas más demoledoras es la desesperanza. Lo sé porque ahora mismo la siento a raudales.
Pero también sé que otras veces he salido de esta ansiedad y depresion y este sufrimiento tan fuerte. Lo que me desespera es que caigo una y otra vez, sin tener control sobre mi estabilidad anímica. Cuando he construido una vida a medida, en el campo y con un proyecto propio y parecía que todo iba bien tras salir de una gran crisis, otra vez viene el batacazo. He querido recuperar el tiempo perdido y mi atención se ha dispersado en mil cosas hasta que he vuelto a palmar. Ni la meditación por si sola me ha sostenido. Eso sí, la medicación la dejé hace meses, tras muchos años con ella y no pienso volver a ella. No me ayudó durante todos estos años. Solo a ser dependiente de ella y a tener efectos secundarios.
La voluntad es mi asignatura pendiente. Siempre tengo excusas para el trabajo duro, para la disciplina, para el esfuerzo. Y si falla esto, el edificio se viene abajo enseguida. Y es porque no tengo el placer de la recompensa, la motivación del trabajo bien hecho, la atención permanente en la tarea...
¿Salida? Supongo que sí, pero ahora mismo no puedo verla. Solo hacer lo que me toca hacer, funcionar bajo mínimos, decir a los amigos que no puedo verlos porque no me sale la voz del cuerpo e intentar pedir ayuda para cumplir minimamente con mis responsabilidades. El afecto se me ha ido, vuelvo a la anestesia emocional. ¿por cuanto tiempo? Esperaré intentando no machacarme...