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Iniciado por almeriadede
Llega la farsa de la Navidad y las exigencias sociales familiares,como cada año tendre que tragarme un barril de cinismo y aparentar la persona que no soy,inventarme una novia que no tengo,unos amigos que no tengo y una vida que no tengo,lo peor es que cada dia soy mas anti-social y me cuesta mas actuar,se me nota en la cara el agobio y la angustia, y tendre que soportar indirectas como:cuenta algo,porque estas serio,que te pasa...estoy harto quiero gritarles,me estais torturando dejadme en paz.
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La Navidad me agota, me irrita, me estresa, me desborda. Y dejando a un lado lo que opino sobre la pantomima de las fiestas navideñas, yéndonos a lo práctico y lo que nos afecta, que son las reuniones familiares, diré que a mí lo que me fastidia y abruma verdaderamente es dejar a un lado mi vida, mi día a día y aquello que me gusta hacer. Y como buena introvertida, el tener que estar hacia fuera casi de manera permanente. Mi intimidad y soledad se diluyen. Ya no es el hecho que comentas de las preguntas de rigor y las recapitulaciones de fin de año, es tener que hacer que estoy contenta y feliz cuando a lo mejor estoy del culo anímicamente (porque mis movidas mentales continúan también en Navidad). En mi caso, no sólo son las comidas puntuales, es que la familia viene a casa y se queda al menos una semana. Lo que me perturba es que venga gente a casa, no asistir a una comida en otro lado. Siempre podrás volver después a la soledad y tranquilidad de tu querido y preciado hogar pero, ¿y si todo se celebra aquí?
Me gustaría ser menos huraña, al menos en estas fechas, que es cuando más problemas me da. También llego a sentirme mal por ellos, ya que me tratan bien y les quiero, pero así soy y estoy. Qué le vamos a hacer.