¡Bravo!... ¿Y de qué sirve eso? ¿Jactarse de no ser parte de "la masa"? Pues les tengo noticias: no importa, no importa que sea o no parte de ella. ¿Conciencia para qué? Para saber "cosas" -buenas o malas, pero cosas, bastante vacuas de sentido todas al final-, ¿cosas para qué? Para nada. Nada. Venimos vacíos y por más que nos llenemos de lo uno o lo otro, de la calidad que sea, todo esfuerzo por
eso es agitarse vagamente. Escribía Rosa Luxemburgo, "quien no se mueve, no siente las cadenas": ¿me muevo o no me muevo? (¿Para qué me muevo?) ¿Siento o no siento las cadenas? ¿Me libero o no me libero? ¿Para qué me libero? ¿Qué gano con liberarme? Cualquier yugo no es más que una comodidad de sentido.
"¿Cómo suaviza la conciencia de la muerte su idea o aplaza su advenimiento? Saber que se es mortal es, en realidad, morir dos veces o, mejor dicho, todas las veces que sabemos que debemos morir."