En ese tipo de situaciones es cuando te encantaría levantarte, hostiarla de un golpe y soltarle: "Pues sí, soy tímido".
A mí me ha pasado miles de veces, y es porque la gente sabe que no vas a reaccionar, saben que ellos tienen el control sobre tí y no te vas a rebelar, y estando tan seguros de su aventajada situación, se aprovechan.
Otra cosa sería que te lo dijera a la cara, pero no, son tan cobardes que para dejarte sin posibilidad de defenderte tienen que recurrir a otra persona, pero Eh!, que se oiga bien alto, no sea que no te percates...
A la próxima ya sabes, guantazo.
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