No sé ni por dónde empezar, encontré este foro desde hace tiempo y en un momento muy malo decidí registrarme para tratar de compartir algo pero mi cuenta tardó más de un mes en estar activada y dejé de entrar, así que decidí seguir como lo he hecho hasta ahora, pensando que soy capaz de procesar todo esto yo sola.
Todo esto viene por una recaída que he tenido desde hace un par de años (según fechas de algunos escritos que encontré recientemente), intentaré resumir la historia(lo más que pueda):
Según cuentan mis padres, desde pequeña fui reticente con personas nuevas o desconocidas, y desde que yo recuerdo es así, en la guardería (antes de los 4 años) recuerdo muy bien mi juego de caminar por atrás de un edificio para evitar a los niños que arrugaban la nariz al tratar de acercármeles, luego, por el final de la secundaria (13-14 años) mi tristeza me llevó a dejar de interesarme en interactuar, me hartaron las niñas falsas que me hablaban como por lástima o intentaban humillarme sólo porque yo me ponía roja con todo o porque no era extrovertida como ellas y en ese momento otro grupito me empezó a hablar, y aunque yo al principio era demasiado callada (ellos hacían bromas al respecto) me encontré con gente tolerante y paso a paso fui viviendo nuevas experiencias (cada una con una sensación seguida de taquicardia, temblor y un montón de obstáculos pero al final del día me sentía muy bien), en especial uno de ellos fue invitándome a conciertos con nuevos amigos por conocer y me integró a su vida, aquí surgió mi primer amigo.
Después todo fue más fácil, a los 15 conocí a una amiga con la que fui haciendo muchos conocidos y un círculo de amigos muy unido y en el que cada uno encajaba perfectamente, aquí empecé a ir a fiestas y sentí esos problemas superados, sólo cuestión de dominar los nervios. En la universidad hice un grupo menos fiestero pero igual de unido y afín a mi manera de ser (no exigían máscaras para comportarse o "protocolos" de comportamiento).
Pero el problema regresó desde el último año de la carrera, con todo y esos amigos, y gente que hablaba sinceramente conmigo y me mostraba su afecto (ante lo que nunca logré responder más que con silencios sepulcrales) volví a sentirme como antes: al momento de conocer a alguien nuevo o platicar con los que no veía desde hacía tiempo, al hacer tareas de entrevistar personas, exponer ante el grupo o incluso participar en clase (cosas que yo había logrado controlar), me venía esta sensación de un golpe súbito de sangre, sentir el corazón palpitando en la garganta, la falta de aire y de ahí empiezo a escuchar mi voz temblar, siento mis rodillas temblando y ni siquiera puedo sostener las hojas (aunque a veces logro controlarlo), me falta saliva, se me ponen brillosos los ojos, etc. eso fija la atención de los demás en mí y multiplica el efecto.
Desde que salí de la universidad hasta ahora, estuve encerrada en casa (sin siquiera saludar los vecinos que son mi familia), apenas llegó a mi vida un empleo (estoy de vacaciones) y un curso al que me inscribí, pero eso sólo incrementa las situaciones en las que actúo torpemente por estas sensaciones, ya casi no hablo, imagino diálogos y llego a hablar sola, con mis amigos tuve que disculparme varias veces por no ir a las fiestas o reuniones o invitaciones y poco a poco perdí el contacto (ya nadie me busca), mi situación amorosa es pésima (en esto siempre obtuve muchas desilusiones) y muchas veces pierdo la fe.
Mis actividades actuales me ayudan a distraerme al salir de casa durante el día, en la noche estoy cansada así que duermo hasta el otro día, pero no logro animarme como otras veces, me siento cada vez peor, volví a dudar de mí misma (de si esté bien mi manera de comportarme), y buscando algunos pensamientos que tengo llegué a esta página con la que me he sentido muy identificada.
No sé que más decir (si alguien siguió leyendo hasta acá) quisiera sus opiniones a ver si creen que pudiera tener fs o algo como para buscar los medios$$ para acudir a un especialista, porque de otro modo yo me aferro a pensar que si estoy en este estado es porque mis decisiones, acciones y formas de interactuar con los demás (y conmigo antes que nada) son las que me han puesto en este estado, que soy yo sola atacándome a mí misma y entonces sólo yo puedo solucionarlo.
