Primero que nada.
Travis69, soy consciente de que no me lee nadie. También me gustaría que no contestase nadie porque me da nauseas. Es una petición, sé que no harás caso, pero por favor cállate, salvo que quieras que me valla. Mis motivos son cosa mía a la hora de escribir y no tengo ganas ni veo sentido a tratar de explicarte algo que no entenderás.
NO, van dos cuentos que comentas para decir que no lo vas a leer, puedes ahorrártelo.
2911. Y alguno más por aquí. ¿Por qué ese empeño en dar lecciones de vida cuando estáis en teoría al borde de vuestro propio suicidio, además con tanta certeza hacia lo que sienten o piensan otros, por un cuento o un comentario en un foro? Y más, asumiendo al mismo tiempo que tienes un problema cerebral para tratar con las emociones humanas.
Lección para el pichafloja que los dos sabemos que no se va a suicidar: efectivamente hacer sentir poco queridas a las personas suele sentar mal, empezar por decirles que asuman una posición inferior no suele ser buena idea, no sé si te cuesta entenderlo, a mi no me parece muy difícil. Pero muy inteligente por tu parte llegar a la deducción de que si alguien siente sufrimiento o ansiedad es por desear algo que no alcanza a tener. Gracias por tu intención, incluso a pesar de no lograr una gracia que nunca has tenido a mis ojos (eso no es para ti, las relaciones sociales... ¿lo pillas?), pero creo que queda claro con esto, que prefiero silencio. Ese cuento por cierto, el de patrones sin patrón, lo hizo alguien que no fui yo, alguien se puso mi nombre de cuentista para llamar mi atención. Y si sufro. Especialmente al ver comentarios ajenos.
Hacednos un favor, guardad vuestros egos o vuestro altruismo según como lo veáis para otros hilos o para los vuestros propios. O me iré, aunque me gustaría quedarme y soltar aquí mi mierda para seguir enriqueciendo el estercolero entre todos. El hilo de la vieja sádica que tiene miedo de envejecer, el de la condesa nosequé, os gustará más espero.
____
Era un majestuoso día de verano y NombreImpronunciable salía a correr en el gimnasio, la calle estaba libre y limpia como debía ser en una calle para alguien como él, pero también era inapropiado correr fuera del gimnasio. Se puso su ropa deportiva de más de 500 euros y ahí se puso a ejercitarse levemente, otros cumplían con el cometido del saludo y la sonrisa necesarias para esa situación "hombre NombreImpronunciable, que bien te veo". Por supuesto no siempre se había llamado NombreImpronunciable, antes se llamaba José Perez Gonzalez, pero eso no tiene estilo. Y cuando quieres ganar cualquier cosa de cara al público en un sitio nacionalista, debes tener algo que suene impronunciable. Y hoy por hoy hay patriotismo en todas partes. Después de cada concierto hay que decir que esa es la mejor ciudad del mundo.
Después de media hora de footing y demás nombres ingleses dados a cosas que ya tienen nombre español, apenas habiendo empezado a sudar, tuvo media hora de ducha y acicalamiento, tras lo cual salió del gimnasio y se fue a casa. Allí, su novia-mueble, cogida por encargo como accesorio igual que el coche, tan necesario ante determinada gente como lo era el nombre para determinada otra, se le ofreció sutilmente como debía hacer, pero él solo la quería para presumir o cuando antes o después de hablar de cara al público sentía el arrebato de eyacularle en la cara o cosas por el estilo en plan porno barato.
Miró su agenda: comidas, cenas, cafés, salir en tal foto, decir tal cosa, ir al gimnasio, ir a comprar un traje... vaya, tenía un día libre completamente. Él no gustaba de irse de putas, ni entendía para qué lo hacían los demás estando servidos en casa, solo lo hacía cuando era necesario para intimar, además de que era por la mañana... ¿nadie con quien quedar? hacía tiempo que no pasaba eso. Pensó en darse un baño en el jacuzzi, en decirle a su novia de jugar un partido de tenis... pero le aborrecía. ¿Qué debía hacer en un momento así? a su alrededor los libros y la música que nunca había abierto más de lo necesario, poblaban estanterías para adornar.
Sacó un espejo y se puso a hacerse una paja llamándose a si mismo presidente.
Fin.
