Cómo empezó esta historia
Visitando este foro agregué algunas direcciones al messenger porque me caían bien o porque eran de mi zona y esperaba hacer algunos amigos. Entre las personas virtuales de este foro estaba este chico, con un avatar muy simpático, y con un post muy interesante, así que en cuanto coincidió que estaba conectado empecé a hablar con él.
La primera impresión fué muy buena, era ocurrente, culto y divertido. El único problema entonces era que tecleaba sin parar. Palabras,frases e iconos llegaban sin parar, a un ritmo agobiante. Yo soy algo lento así que tenía que esforzarme a tope, y a veces parecía excesivo tanto teclear.
Pero el caso es que hablamos mucho y nos reímos mucho, al menos yo, y parecía que nos comunicábamos bien. Fueron unos pocos días pero yo ya tenía una imagen simpática de él.
Entonces fuí a mi primera kedada. Es la famosa kedada de la estación de autobuses. No voy a entrar en detalles sobre lo que pasó al principio. Simplemente diré que de la historia que apareció en su post, lo único real son los nombres propios y el lugar. El resto sólo ha ocurrido en su cabeza. Que sea para montar una asombrosa explicación de lo que Chesterton piense de la aparición del monoteísmo, es algo que se escapa a mi capacidad de entendimiento
. Pero me pregunto, ya puestos a inventar historias, ¿qué necesidad había de utilizar nombres verdaderos y dar detalles sobre personas?
En fín, el caso es que lo que si ocurrió en aquella kedada es que la imagen que tenía de este personaje empezó a cambiar. Yo intentaba mirarle y hablarle con el mismo tono con el que hablábamos por el messenger, pero se mantenía envarado y distante. No sólo como si no me conociera de nada, sino como si yo fuera un infiltrado en aquel grupo, como si yo no tuviera derecho a hablar en voz alta.
Estábamos diez personas en aquella reunión, y con la única con la que había mantenido algún contacto, aparte de otro chico que también era nuevo, era con él. Sin embargo, me sentía más próximo y más amigable con cualquiera de los demás. Y más de una vez al dirigirme al grupo entero me miró sorprendido y receloso, como reprochándome la insólita audacia de hablar y proponer cosas.
No esperaba que aquella reunión fuera fácil, yo tengo problemas sociales, y sobre todo con grupos, y podía ver que la mayoría de aquellas personas también los tenían. Pero en sus caras había buen rollo, aunque no hablaran, lo decían con los ojos. Sólo esta persona parecía tener malos rollos dentro, pero no le dí importancia. Era un primer paso en el mundillo de las kedadas, y en conjunto fué muy satisfactorio.
El auténtico comienzo de las disputas religiosas
,tuvo lugar un tiempo después...