Pues aquí uno que está enamorado de la mujer casi perfecta de la que podría haberse enamorado, y además, se siente correspondido, aunque no haya pasado nada. Y tampoco va a pasar nada. He dicho la mujer casi perfecta, pero el orgullo es un obstáculo insalvable en esta "relación", si es que se podría utilizar esa palabra en esta situación.
Todo tiene un principio y todo tiene un fin. Y el de esta historia llegó a su final, porque no voy a estar constantemente detrás de una persona. Ante todo, me quiero a mí mismo (como nunca me supe apreciar) y valoro más estar bien conmigo mismo que vivir a expensas de otra persona.
Me costará olvidarla, pero creo que lo conseguiré.
|