Autocatalogarse o catalogar a otras personas a partir de etiqueta puede ser útil para orientarnos en algunos casos pero hay que ir más allá y ver a cada persona cómo es y en su situación. Por ejemplo, más allá de una etiqueta de esquizoide o fóbico social.
Dicho esto, quizás la principal diferencia entre esquizoide y fobia social, como ya apuntáis algunos, es que mientras que al esquizoide no le interesan (en teoría) las relaciones sociales y le producen más incomodidad y fastidio que ansiedad, el fóbico social las desea pero las teme a la vez (a menudo porque teme ser juzgado, ridiculizado, desaprobado, sentirse diferente...)
En general, la persona de tendencia esquizoide de personalidad, aparte de ese teórico desinterés por las relaciones sociales, suele ser muy poco afectuoso (más bien frío) y tener pocas aficiones y cosas por las que disfruta. En cambio, la persona con fobia social suele ser más cálida, aunque hay de todo claro, y si no disfruta de más cosas es por la falta de atrevimiento a hacerlas sobretodo.
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