Un niño alegre y risueño
feliz y lleno de vida,
se hizo grande, fue creciendo
sin amigos , día a día.
Pues cada vez que recuerdo
que otra gente se le unía
llorando querían verlo,
sin consuelo, eso querían.
Y el niño se preguntaba:
¿ porqué no me quiere nadie?
¿soy acaso diferente
para que toda esa gente
me pegue, ¡¡¡putos cobardes!!!
Y mi pobre corazón,
que esperaba ser amado,
y lo que fue es castigado
y cerré el caparazón...
Ahora ya no importa nada
pues no espero que me quieran
aunque las palabras duelan
sé que he de coger la hazada
y cavar en mis entrañas
para que ilusiones vuelvan.
Mas aunque no sepa amar
mi corazón es muy grande
y de amor lo he de llenar
aunque tenga que matarme.
Espero que les guste. Es lo que siento de verdad.