El procastinador toma la firme decisión de hacer una cosa mña, decisión que volverá a ser aplazada con la misma resolución al día siguiente. Tiene, pues, una gran fuerza de voluntad para actuar en el futuro, pero una débil voluntad para el presente. Una complaciente voz interior le dice que emergerá de esa noche de prórroga transformado, dotado de energías maravillosas, que harán todo más fácil ¿Quién puede negar que es más fácil acometer una tarea sintiéndose pletórico de fuerzas?