Nicole-Kidman

Cierto. Pero los demás se pierden vuestra aportación, que suele ser, a mi entender, de las mejores que hay, las conversaciones sobre temas realmente interesantes y profundos, echas con inteligencia...cosa que lamentablemente falta cuando todos son extrovertidos, o por lo menos, en la mayoría de las veces. Lo sé porque suelo salir con un grupo que toca 1 o 2 temas siempre, y ya cansa. Y precisamente, las 2 o 3 personas tímidas que hay, son las que más podrían aportar.

LordAnaconda

Qué alivio siento ahora! No. Ellos se lo pierden. No.

PD:...no cuela.

Nicole-Kidman

Bueno, lo diré de una manera más directa. Yo soy extrovertida, y cuando voy con un grupo de gente, hay digamos 2 o 3 personas con mucha calidad humana por llamarlo de alguna manera. Las personas que realmente merece la pena conocer. No suelen hablar casi nunca o muy poco. Toda la conversación la lleva siempre el gracioso de turno que no deja hablar a los demás.

Pues bien, yo en concreto, disfrutaría más con las conversaciones de esos 2 o 3 timidos/as, que cuando ese gracioso dice sus chorradas. Porque busco conversaciones profundas que no encuentro en la mayoría de grupos. Y quizá, por decir algo, sí lo he encontrado en este foro, que, oh! casualidades de la vida, es de gente tímida o fs.

O sea, desde mi punto de vista, ME PIERDO LAS BUENAS CONVERSACIONES de los TÍMIDOS. Supongo que desde tu punto de vista dirás lo contrario, que te pierdes las de ellos...me he explicao mejor? espero que sí...es lo que quería decir antes...

LordAnaconda

Habla con los tímidos y deja a parte al gracioso si es lo que te parece interesante. No te jode.

Yo lo que quiero es que no me cambien de tema cada vez que abro la boca.

Nicole-Kidman

Pos gracias, me empezaba a sentir rara y poco comunicativa...ejej

LordAnaconda

Me parece que alguien me está llamando imbécil.

PS: me voy a comprar el pan.

Nicole-Kidman

creo que no, simplemente pensaba que no me entendías o que yo me explicaba mal...pero yo entiendo lo q tu dices, vamos...no te ofendas, que no eres para nada imbécil.

percho

Concuerdo, es díficil, al menos para mi, imponer los temas de conversación, porque los temas impuestos por no los hago realmente interesantes o no sé hacerlos.
Por eso odio las grandes reuniones en donde no se hace más que hablar de cosas populares o predecibles, no digo que está mal. Pero la gente necesita ser reconocido por algo entonces:

* Habla de una anedocta donde violo las leyes o la moral de alguien
* Habla de otro, criticandolo(sea politico, actor, primo, vecino)
* Habla del tiempo
* Habla de futbol
* Habla de sus proyectos y de sus logros

La gente esta preparada escuchar un triunfo o un exito, no a alguien que siente.

Saludos
Percho

Nicorette

.....

jp

Es un poco iluso esperar una conversación entre más de dos personas con mucha carga de profundidad, antes o después se convertirá en una discusión o se desviará el tema. Y claro discrepar de las creencias o de los sentimientos de alguien es demasiado fuerte como para ir por la vida sacando a pasear ciertos temas a las primeras de cambio.

No parece muy realista querer hablar de cosas trascendentes más allá de unos minutos, excepto que se den unas condiciones que pocas veces suceden en encuentros sociales convencionales.

Una cosa es ver una película donde todos los protagonistas hablan con espontaneidad y con una gran riqueza expresiva, y otra la vida real donde no existen guiones y donde no todo está estudiado milimétricamente para conseguir un objetivo.

Lo normal es tener amigos íntimos con los que mantener esas conversaciones, que necesitan de preámbulos largos y de entrada en materia, como mucho tres personas.

Hay que aceptar que la mayoría de la gente se siente cómoda comentando anécdotas, cosas acaecidas recientemente o las noticias de la tele y eso no significa que sean personas vacías o sin sentimientos.

Tampoco le puedes pedir a todo el mundo que busque lo esencial de la vida en la palabra ya que, por si alguien no lo había percibido, tampoco es en la palabra donde está lo esencial, hay quien se limita a vivir sin hablar o a buscarlas directamente sin tanto preámbulo.