MadMoiselle

Advertencia:

Antes de empezar con el primer capítulo, me gustaría advertir de que esta serie está catalogada para mayores de 18, por su alto contenido sexual explícito y grandes cantidades de sangre y violencia.



Capítulo I

La condesa sangrienta.


Aquella tarde, la condesa Bathory, a sus 44 años, daba un forzado paseo por las inmediaciones del palacio, ya que era el remedio que el médico le había recomendado para curar su melancolía y el desapasionamiento, que en los últimos años la habían llevado a cometer 3 intentos de suicidio.

Ese día, vería algo que cambió su vida para siempre y la hizo pasar a la historia con un sangriento mote. El sobrenombre de “La condesa sangrienta”.



Mientras caminaba cabizbaja, sintió pasar a alguien corriendo entre los árboles, a unos metros de ella, quedó expectante creyendo que se trataba de un ciervo. Pero de pronto vio que se acercaba un campesino, iba llamando a alguien. El supuesto ciervo era en realidad una joven blanca y lozana, probablemente otra campesina, a la que el hombre iba persiguiendo. Despojada de su ropa, la muchacha jadeaba y lloraba desesperadamente, el hombre la agarró de los pelos y tiró de ella con fuerza para acercarla, le apretó un pecho con la mano mientras se colocaba detrás de ella y la penetraba violentamente hasta hacerla caer de boca contra el suelo.

De pronto, la condesa sintió algo que no había sentido nunca, el rostro desesperado y bañado en lágrimas de la muchacha, su mirada amarga y ensombrecida, sus gemidos desgarradores y lastimeros, su vida al filo de la muerte, su hermoso y fresco cuerpo lleno de juventud y de vida manchado y mancillado. Aquel campesino sacó un cuchillo de grandes dimensiones y le asestó un tajo en la yugular a la joven que no pudo ni gritar, y luego se lo clavó en el estómago, agarró su cuchillo, la cubrió con hojas secas y salió huyendo.

Nuestra condesa, de pronto olvidó los murmullos amenazantes de la madurez, y se sintió más viva y jovial que nunca, su pecho se llenó de pasión y éxtasis, tuvo que morderse el labio para reprimir un gemido, era como si las lágrimas de la joven campesina recorrieran todo su cuerpo produciéndole un escalofrío de placer, formando un rio entre sus piernas. Nunca antes había sentido tal lujuria, ni siquiera en su juventud, se sentía más viva de lo que había estado jamás, ni siquiera las pocas veces que estuvo en la cama con su difunto esposo.

Se enamoró locamente del cuerpo de aquella joven, blanca y fría como la nieve, cubierto de sangre, despojado de su felicidad y de todo signo vital. Juventud sin vida, juventud truncada, juventud lánguida y doliente, juventud mancillada, juventud con vestido de sangre.

La condesa no pudo reprimir su pasión, y se acercó al cuerpo de la campesina, dulce y callado, apartó las hojas que el campesino le echó por encima y se quedó mirándola rebosante de lujuria, nunca antes había sentido nada igual en su larga vida, por primera vez se sentía viva, su helado corazón estaba ardiendo. Abrió con fuerza la boca, y se introdujo un abultado pecho de la joven, le mordió con rabia la aureola y pasó la lengua por el chorro de sangre que se escurría desde la yugular, de pronto sintió como si renaciera. Apretó la cabeza de la muchacha contra su propio pecho, que sentía más cálido que nunca, y buscando la boca de la joven campesina, le propició un profundo beso cargado de pasión, mientras pasaba su mano por el vientre herido de la muchacha manchándosela de sangre.

Deseó tener un cuchillo como el del hombre, para cortarle la lengua como recuerdo. Pero se conformó con arrancarle un mechón de su rizado pelo, el cual escondió en la funda de su almohada, y solía recrearse con él cada noche hasta el día de su muerte.

Pensó en recompensar al campesino por haberla hecho sentir tan viva y apasionada, por regalarle tal deleite visual, tal momento de profundidad y de éxtasis, quién le iba a decir a ella… que el remedio de todos sus males, se lo iba a brindar un pobre campesino ignorante.


Cuando volvió aquella tarde a palacio, la ilustrada mujer, tan fría y borde como de costumbre con el servicio, ordenó con todo desprecio una reunión de urgencia, en la que, por la noche, despidió a todos sus sirvientes varones más jóvenes, ya que no soportaba a los hombres, y ordenó que se llevaran a las sirvientas jóvenes a los sótanos, donde serían castigadas y donde vivirían a partir de entonces, porque se lo merecían. Durante los días consecutivos, se fue deshaciendo de los más maduros de los sirvientes varones que le quedaban, dejando solo a las sirvientas.

Y empezó a contratar a todas las campesinas más jóvenes que veía, algunas eran prácticamente niñas, hijas de familias numerosas y pobres, les pedía que hablaran bien del trabajo a sus hermanas menores, por si en un tiempo las reclutaba a ellas también. Exigiendo a sus doncellas más veteranas que tuvieran mano dura con ellas, los castigos estarían a la orden del día, y así fue, como las doncellas más ancianas empezaron a propinar a diario severos castigos a las jóvenes campesinas, para regocijo y deleite de la condesa. El rumor se extendía por el palacio, donde todas conocían del depravado vicio por el dolor de la condesa. Se extendía el rumor de que la “jefa”, se había vuelto loca por la soledad, aunque siempre había sido bastante estricta y amante de los castigos, pero no tan constantes y desproporcionados como en los últimos meses. Nadie quería cometer un mínimo error, pues las órdenes de la señora se cumplían a raja tabla.

Los castigos consistían en desnudar y humillar a las muchachas en el patio, donde se las bañaba en agua hirviendo en verano, y les lanzaban cubos de agua fría en las noches de invierno, o a veces las azotaban en el trasero o en los senos hasta producir el sangrado, cada vez que a alguien se le olvidaba condimentar bien la comida, o eran presionadas para enhebrar una aguja bajo la atenta y penetrante mirada de desaprobación de la condesa, que hacía todo lo posible para ponerlas nerviosas y que fallaran, deseosa de castigos, cada vez más dolorosos y humillantes, siempre bajo la atenta supervisión de la condesa, que parecía disfrutar cada vez menos de sus métodos correctivos.



Continuará...


(Solo es la introducción)

Vincedor

No está mal. Sigue contando contando cosas de la condesa.

V.

MadMoiselle

Pues ahora os voy a hartar de ellas... ya que me he puesto a buscar por la red y hay cientos y miles de images que me servirían para ir ilustrando.

Voy a poner aquí todos los capítulos, cambiando el título del hilo cada vez que ponga uno nuevo.


Para empezar con las imágenes, aquí mismo dejo el castillo de la condesa en la actualidad. Como dato histórico y como curiosidad. No todo van a ser sangrías.

Eksdargo

Es ameno.
Solo le veo un fallo : has escrito dos veces varones con b

vesperam sole

No es mi tipo de lectura preferido, pero ha logrado captar un poco mi interés.

MadMoiselle

Gracias. Ahora lo corrijo, los primeros capítulos los escribí una mañana recién levantada, y no me había dado cuenta.

A ver si eres capaz de aguantar hasta el final...

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Aquí voy a tener que cortar los capítulos en 2 posts, por el límite de las imágenes:




Una mañana, su adolescente sirvienta la estaba peinando y le propició un involuntario tirón de pelos con el cepillo, dado que un mechón de cabello se le enganchó entre los dedos, y Erzsébet se levantó enfurecida, con el rostro desencajado, y le soltó un tremendo bofetón a la joven, que reventó su tierna nariz. Unas gotitas de sangre salpicaron la piel de la condesa, que sintió como si las arrugas de esa zona desaparecieran, por arte de magia.



Aquel acontecimiento le alegró el día, lo cual le proporcionó más fuerza para castigar a esa y a otras criadas, a las que amordazó desnudas en el sótano, y ordenó que las sirvientas más veteranas les hicieran cosquillas en las plantas de los pies con una pluma de cisne durante toda la noche, y que luego se las azotaran al despuntar el alba, hasta que no pudieran apoyar los pies en el suelo, solo entonces podrían liberarlas de sus mordazas y dejarlas llorar tendidas en el suelo hasta que se durmieran por agotamiento.


Entonces la condesa se iría también a sus aposentos y dormiría todo el día, soñando con nuevos castigos.




(Sigue abajo)

MadMoiselle

Poco después, un sofocante día de verano, aprovechando que se había quedado sola en el castillo, y se aburría mucho… con su esposo difunto, habiendo expulsado ya a su odiada suegra de palacio al morir él, por ser una anciana horrenda que le recordaba constantemente su propia madurez, y porque poseía buen corazón protegiendo hasta entonces a las sirvientas de los castigos. Todas sus hijas casadas, y su hijo menor en una guerra de la zona.

Cogió a su criada más torpe y le pidió que limpiara la arena del patio. Quería un suelo limpio como unas baldosas. Pero la joven alegaba que eso era imposible, ya que el suelo era de arena y el patio de palacio no era pequeño, sería como dejar sin arena una playa.

La condesa Bathory, aburrida ya de los castigos habituales, ordenó que se diera ejemplo con aquella muchacha insolente y hermosa, delicada y torpe, de piel blanca y carrillos rosados, de piel suave y carnes prietas, rebosante de juventud y vitalidad, que además de no hacer la tarea, se tomó el descaro de responderle y decir que lo que le pedía era “imposible”, quién se creía que era aquella bellísima muchacha, pobre y desafortunada, para cometer semejante temeridad y contradecir a la señora condesa. Merecía el peor de los castigos hasta entonces.

Convocó una reunión esa tarde, en la que previamente preparó una mesa con instrumental médico y algunos barreños, entre el instrumental había una enorme jeringuilla y agujas.



La condesa ordenó que se la amordazase sujeta a un poste del sótano y clavaran las agujas por todo su cuerpo para desangrarla, y que otra sirvienta mientras tanto, le extrajera sangre con la jeringuilla poco a poco y la depositase en los barreños, de los que luego se adueñaría ella. Durante la práctica, Erzsébet no pudo mantenerse al margen, y se acercó a la doncella para morderle con todas sus ganas en un hombro, pretendiendo hacerle sangre, y al ver que no conseguía hacerla sangrar, agarro ella misma una de las agujas y la empezó a clavar por todo el cuerpo de la muchacha con toda su rabia.

Y luego pidió a las sirvientas veteranas que se quedasen la jeringuilla, y la utilizasen para substraerle poco a poco la sangre a las jóvenes que estuvieran más sanas, pequeñas dosis diarias.

Cuando la torturada terminó de desangrarse, la señora Bathory se llevó los barreños de sangre. Nadie sabía para qué quería la sangre humana, y tenían prohibido hablar del tema.


Mujer triste, taciturna y cabizbaja, con carácter difícil y constantes reacciones desmedidas… la condesa se transformaba en otra persona distinta, cada vez que presenciaba el sufrimiento de una joven, se volvía apasionada y lasciva, erguía la cabeza y la sonrisa se tatuaba permanentemente en su rostro de forma maléfica. Era como si el demonio la poseyera.

Erzsébet Bathory, acababa de matar por primera vez a una de sus sirvientas, de tan solo 15 años. Cada vez su extraña necesidad era más exigente. Ya no bastaba con herir a sus muchachas, o ver un reguero de sangre brotar de sus tersas carnes… tenía que sentir el olor de la muerte.





Es posible que le produjera excitación ver sufrir a las jóvenes, y que sintiera curiosidad por la muerte. Pero, empezaba a ser cada vez más apremiante para sus criadas, saber para qué quería su señora la sangre de sus víctimas.

Kao-lina

Una curiosidad,¿cómo murió la chiflada sádica ésta,en la vida real?
Me alegraría saber que tuvo una muerte horrenda y dolorosa...Suponiendo que sea cierto lo que se cuenta de ella,claro.

NO.

Me gusta , ojala los siguientes capítulos desarrollen mas el trasfondo (si sigue este personaje como protagonista) , la época en que vivió , como era ese lugar y todo lo demás , específicamente el vestuario que tenían por ejemplo xD , me encantaría que tuviera diálogos. Y me resulta curioso lo que continuara.

MadMoiselle

Lo voy a detallar bien al final de la historia, estoy siguiendo el orden cronológico de la historia, tal y cómo se conoce popularmente.
Te animaría a llegar hasta el final para saciar tu curiosidad, pero como quizás no quedes muy satisfecha... te remito a san google y así te ahorras la historia desde una visión más personal de la condesa y detallada, ya que no parece causarte otro interés salvo el dato concreto de su muerte.

Y algo de verdad es bastante probable que hubiera. Aunque cada uno puede quedarse con la versión que prefiera. Al final también hablaré un poco de eso, de la situación social y política de la condesa, y de otras posibles causas para que la historia haya trascendido tal y como la he contado y no tal y como la narran los datos históricos.
Es que no puedo saltarme toda la serie, yo no estoy regodeándome en el castigo que le dieron a una loca, si no narrando una historia, que producirá todo tipo de opiniones.
Si lo que tanto te horroriza es que matase a jóvenes, ten en cuenta que ella no fue la única noble que lo hizo por aquel entonces, ni mucho menos, si no que era bastante normal, pero si fue la única en pagar por ello, y eso teniendo en cuenta que quizás las acusaciones fueran falsas.



La intención es la de meterme en su piel, y así está redactado, pero los primeros capítulos son más para ir poniéndonos en situación, imaginar qué situaciones pudieron dar pie a que la condesa sintiera las cosas que vamos a leer luego con diálogos y más trasfondo del personaje, que por supuesto va a ser el único protagonista hasta el final. Ya que es el único interesante a nivel sociológico y de comportamiento.

No doy datos históricos porque la intención era centrarme solo en la parte morbosa, porque es la más divertida para la gente, y se trata de que alguien lo lea, para datos precisos ya están otras fuentes de información. Aunque si voy a ser fiel a esos datos históricos, y para ello me he documentado, como el tipo de instrumentos que se utilizaron históricamente, tener en cuenta cómo era el castillo a la hora de moverme por él, cómo se comportaría la sociedad del entorno y su reacción, etc... se va a ir desarrollando poco a poco.

Era en la época medieval. Entre 1500 y pico y 1600. Y era la familia más importante de Hungría. Puedes buscar imágenes de esa época para hacerte una idea.

Este es un retrato real de la condesa, para que te hagas una idea de cómo vestía. No entro mucho en esos detalles, porque prefiero que la gente se lo imagine como le plazca, ya que le doy más importancia a los acontecimientos y las cosas que hacía.