Nihilista

Supongo que, la omisión de varios datos sobre el asunto, hacen parecerme como un simple devorador de pobres personas humildes que lidiaron conmigo en buena lid y fui a machacarles.

El caso es que esta chica me despreciaba. ¿Y sabes por qué lo hacía? Por la terrible causa de ser tímido y cohibido. Un pusilánime. Ella y otras amigas ni se dignaban en hablarme, ni en escucharme cuando hablaba, ni en preguntarme, ni siquiera en pedirme un bolígrafo (a mi compañero de mesa sí lo hacían). Sus únicas "atenciones" conmigo eran para burlarse a mis espaldas o hacer comentarios denigrantes cuando me ponía rojo de la vergüenza. Hecho un somero retrato del personaje, ¿todavía piensas que debía sentir por ella algún tipo de aprecio o respeto, sentimientos no existentes a la inversa?

Por supuesto que lloró, lo hizo porque le enojaba ser superada ante el looser oficial. Y todo el mundo le apoyó porque era "una de los suyos" , cosa que yo no. Es el pecado de ser introvertido y, puede ser considerado no demasiado ético querer humillar a alguien, no obstante, creo que una persona sometida a tanto ninguneo tiene perfecto derecho a refocilarse en su triunfo .

PD: No ha sido para tanto, ya puedes respirar .

galyus

bueno cuando fui al colegio sacaba buenas notas , pero lamentablemente no he terminado los estudios debido a la fobia social , pero espero algún día terminarlos

fredoso

que es el bachillerato?? mi no entender

mikedwards

Siempre fui un excelente estudiante, de los mejores. Pero a medida que mi autoestima y fobia social empeoran, menos motivación siento por los estudios. Al menos sigo aprobando, pero ya no destaco en absoluto. Y era una de las pocas cosas de las que me sentía orgulloso. Pero es difícil concentrarte en los estudios y tener ilusión por algo si tu vida social, y sobre todo, tu estado emocional, van mal. Pero las cosas cambian, y lo bueno es que al menos sigo estudiando algo, sigo teniendo un proyecto de vida. Y precisamente eso, el tener la vida encaminada, es algo que agradezco muchísimo.

Auto-Obstáculo

En EGB sacaba buenas notas hasta que llegué al sexto curso, donde suspendí tres asignaturas, y entré en una dinámica en la que no paré de suspender hasta COU. Recuerdo que no me enteraba de nada en clase. Tuve que ir a academias para poder entender raíces cuadradas, ecuaciones, combinatoria, trigonometría, cálculo diferencial e integral, etc. Al final conseguí que las Matemáticas se me dieran medianamente bien, pero las Humanidades pasaron a ser mis asignaturas más flojas: jamás llegué a pillarle el truco a los comentarios de texto de Lengua ni de Filosofía ni de Historia, teniendo además una pésima memoria para ésta última (de todas formas es normal, porque nunca me ha gustado demasiado leer).

Debido a mis bajas notas, entré en una carrera de ciencias que nadie quería (Química), en la que, para ser sinceros, obtuve muy buenas calificaciones (curiosamente las mejores de mi vida) e incluso me llegó a gustar; sin embargo, en cuarto curso la abandoné, porque me sentía terriblemente solo y vacío (mis problemas emocionales y de fobia social son una historia paralela). A partir de ahí cometí los mayores errores de mi vida, como si no hubiera cometido bastantes… (Cuando terminé COU, me salió una oportunidad en el INEM de aprendiz en una gran empresa, pero preferí entrar en la Universidad. Eso dice mucho de las luces que tengo. Si hubiera aprovechado aquella oportunidad, quizá ahora mismo habría una personita que me diría “papá”, por poner un ejemplo, porque habría enfocado mi vida de otra manera desde muy joven y no habría cometido ciertas barbaridades posteriores que me han hecho ser el sujeto que soy ahora).

¿Por qué entré, pues, en la Universidad? Quizá no quería aceptar que no servía para estudiar (a pesar de que después me fue muy bien), y, además, estaba demasiado influenciado por mi entorno de amistades, que eran todos unos lumbreras, destinados a grandes cosas, hijos de don Tal y doña Cual. ¡Uno se tiene que aceptar tal y como es, porque es el camino más corto hacia la felicidad!

Años después, tras estar más perdido que el barco del arroz, aprobé unas oposiciones modestas, pero relacionadas con lo que había estudiado en la carrera, lo cual hizo que me estabilizara un poco emocionalmente.

aintzane

He probado todo. Desde las mieles de sacar muy buenas notas estudiando sólo los días de antes de los exámenes (hasta COU) al terrible empacho de NP acumulados curso tras curso en la facultad. Suspensos casi no tuve.

Hasta en esto soy extraña. Una estudiante atípica. Vaga y poco constante pero a la vez curiosa y perfeccionista. Un cóctel molotov: perfeccionismo vs pereza. Me lo dejaba todo para el final pero no me presentaba si mis conocimientos no satisfacían mi nivel de exigencia, que era elevado. Tenía que saber más que el profesor y claro, en una semana no daba tiempo... Al final, tuve que abandonarla o me volvería loca. Pero... ¿y todo lo que he aprendido aunque no tenga el aprobado? No, no me arrepiento de nada.

Abandoné la carrera y unos años después me matriculé en la UNED. No tengo prisa ni ambiciono un título. ¿Estudiante eterna de Químicas? Tal vez, ¿y qué? Me fascina (incluso sin matricular).

HenryTeo

Una verdad que aún me cuesta aceptar , pero es cierto que entre más pronto lo comprendamos más felices seremos .

Esabir

6º de EGB fue el único curso en el que triunfé como estudiante, creo que saqué media de sobresaliente. Era todo muy fácil y además estaba motivado y me pasaba el día estudiando.

En el instituto fui Mr. 5, estudiaba lo justo para aprobar y siempre el último día. Los profesores recriminaban mi actitud pero en aquellos tiempos estudiar e ir a clase para mi era sólo una molestia diaria que te me quitaba tiempo de cosas más divertidas.

La universidad fue un golpe en los morros, aguanté sólo tres meses. Estudiaba Económicas y no entendía nada, salvo la historia. Que en esos tres meses nadie de los 100 alumnos que éramos en clase me dirigiera la palabra ayudó bastante a hundirme la moral.