Es normal que ahora estés así. El sábado sucedieron muchas a las que no estás acostumbrada y por eso no dejas de darle vueltas.
Cuando yo comencé a conocer gente también me ocurría lo mismo, me enfrentaba a un mundo nuevo y me sentía como un niño de 3 años para el que todo son novedades y que no sabe medir sus fuerzas. Después de cada encuentro no dejaba de evaluar mi comportamiento: si habré dicho lo correcto, si debería haber hablado más, si debería haberme callado... Pero luego me dí cuenta de que lo normal cuando uno desconoce las cosas es meter la pata y comencé a perdonarme un poco mis errores y a tomármelo como un aprendizaje más. Lo que pasa es que en esta asignatura la teoría no sirve de mucho, lo importante es la práctica.
Dejar atrás la fobia no es cuestión de un día ni de dos, pero has dado un paso importante. Has conocido a los amigos de tu pareja y no se te ha comido nadie, ¿a que no? Pues eso es lo importante, que fuiste capaz de salir a la calle y conocer gente nueva. Ahora lo que tienes que hacer es seguir saliendo. Es un rollo esta comedura de tarro pero no te apures, que esto se pasa con el tiempo. Piensa también que los demás no estaban ahí para evaluar tu comportamiento sino para pasar un rato agradable y que cualquier tontería que hicieras o dijeras la tendrán ya olvidada. Tienes una ventaja añadida y es que si crees que metiste mucho la pata con alguien puedes hablarlo con tu pareja y verás que pronto quedan aclaradas tus dudas y te quedas más tranquila.
Ah, y mostrándote como eres no sé si le gustarás a los demás pero a la que seguro que gustas más es a tí misma