... En mi mente ¿? Por aquí las tías están buenas y son majas... un poco incorpóreas e idiosincráticamente limitadas, pero en fin, puede pasar por bueno.
El resto del firmamento femenino me ignora o me desprecia o me violaría y me da miedo
.
"Dónde buscar pareja", por el Profesor Pajarito D. Bird, Universidad Sidérea de Monkey Island:
La búsqueda de pareja es un tema peliagudo para el fóbico social varón (veeenga, y también mujer), como se dice en un pequeño opúsculo perdido de los hierofantes; esto se debe principalmente a una serie de factores de consabida reputación que no vamos a tratar en este postulado, centrándonos tan solo en una temática coadyuvante a la superación de carencias afectivas del fóbico: el encontrar pareja.
¿Dónde? Se preguntan los fóbicos a uno y otro lado del océano. ¿Dónde puede un pobre diablo como yo gozar el tálamo de la concupiscencia y entrar en comunión con otro ser humano? La ubicuidad cultural facilitará mucho las cosas a la hora de explicar esto, ya que a unos y otros lugares se puede acceder desde cualquier lugar civilizado del orbe terrestre. En primer lugar tenemos la clásica discoteca, esa mezquita del mundo moderno donde catervas de mozos lechuguinos oran al dios Baco para poder poner a alguna
random lady mirando pa la Meca, y así dar rienda suelta a su salacidad. Algunos (unos románticos, sin duda), se lanzan a quedar una segunda vez con la doncella que ha compartido su lecho, ¡y una tercera!, y una cosa lleva a la otra y... ¡embarazo no deseado al canto! De alguna manera de estos lugares salen parejas, pues alguien resulta ser el amigo de un amigo y le acabas volviendo a ver después de la fiestuki; la fricción comunicacional hace fermentar una tensión sexual irresoluta que explota en una maravilloso
big bang venéreo.
Otro lugares idóneos para localizar a tu media naranja son el parque, paseando al perro, las clases del cursillo de turno o la universidad, un cementerio (allí hay viudas y chicas góticas (dicen)), un concierto de Los Bravos, un recóndito templo Inca donde una aventurero/a chico/a explosivo/a y tú os estáis ahogando tras que unos nazis intenten volar la presa del río Chlitipoxatel para evitar que consigáis el tesoro que reunió bajo la coacción de las armas el primo tuerto de Pizarro (no quiero mirar a los del otro lado del charco, que les pilla cerca), la panadería, etc.