Creo que mi detonante fue hace 14 ó 15 años, en la Universidad. Yo creía que tenía un buen grupo de amigos, me sentía a gusto con ellos, aunque nunca he sido muy participativo, la timidez y yo somos "amigos" inseparables desde mi nacimiento. De golpe me vi traicionado por ellos, gente que consideraba mis amigos me ponían a parir a mis espaldas y desde entonces no he levantado cabeza. Es muy duro darse cuenta de que no eres más que objeto de burla y risas a tus espaldas. Pero eso sólo ha sido el detonante, la mecha por así decirlo, ya hacía mucho tiempo atrás que estaba prendida. Maltrato escolar durante muchos años por mis compañeros de clase, sus insultos por mi sobrepeso, la actitud sobreprotectora de mi madre, con sus típicos no hagas esto, no habrás la puerta de casa, no salgas a la calle, etc, etc, etc. Todo eso se ha ido posando en mi cerebro durante muchos años, y claro, en algún momento debía de explotar. Digamos que si cogemos todas esas cosas y se mezclan bien en una coctelera, da como resultado un cóctel bastante "sabroso" y que desde entonces se lleva sirviendo en copa alta y rebosante. Y parece que no se acaba nunca.
Saludos y, como decían en una serie de televisión de la que no me acuerdo ahora, sean felices ahí afuera.